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El fenómeno de las armas traumáticas en el país es uno de esos temas polémicos alrededor de la seguridad ciudadana: unos las aceptan porque, dicen, corresponden a una práctica deportiva y/o le permiten al ciudadano defenderse de la delincuencia o disuadir algún evento potencialmente delincuencial por el parecido que tienen en el aspecto y el sonido con las armas de fuego, pero otros atacan precisamente eso: que la delincuencia también las usa y, además, el ciudadano que con una traumática se enfrente a un delincuente con una de fuego o un arma blanca, lleva generalmente las de perder.

Por ello, el consejero presidencial para la Seguridad, Rafael Guarín, empezó hace unos meses a confeccionar un proyecto de decreto, que ahora está en manos del ministro de Defensa, Diego Molano.

Fuentes de la cartera de seguridad le dijeron a EL HERALDO que dicho borrador ya estaba publicado para comentarios en la red y en este momento el Gobierno está respondiendo las cerca de 300 inquietudes que produjo, para eventualmente pasar a expedirlo oficialmente.

Al respecto, Molano ha dicho recientemente: 'Hemos encontrado en los últimos meses que se ha tenido un uso de estas armas para hurto. De las 1500 armas que hemos incautado, el 30 % fueron utilizadas en hurtos. Evidenciamos en las acciones violentas y vandalismo recientemente que estas armas fueron modificadas y les dispararon a la Policía y a servidores públicos y también están siendo utilizadas para extorsión'.

Por ello, añadió, se prepara el decreto 'y también el proyecto de ley de seguridad ciudadana que estamos pensando presentar al Congreso de la República, en el que estará incluido una parte especial para armas menos letales, para regular estas ramas traumáticas'.