La Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP alertó que el desarrollo prolongado de la protesta social en el marco del paro nacional y la forma cómo se ha respondido a las situaciones generadas por la movilización en las calles ha afectado el trabajo del Sistema Integral para la Paz.
De acuerdo con este reporte, la situación es preocupante, ya que entre el 28 de abril y el 30 de mayo de 2021 aumentaron los eventos del conflicto armado y las afectaciones de civiles en 111 municipios de interés para el Sistema Integral para la Paz, si se comparan las cifras con el mismo periodo de los años 2017, 2018, 2019 y 2020.
'En 2021 se tiene en total un registro de 13 eventos del conflicto y 89 afectaciones de civiles, de este último se tiene un aumento mayor al 400% pues en promedio se presentaron 18 afectaciones de civiles en años anteriores. Esto se evidencia en el incremento de las amenazas de muerte, homicidios a excombatientes de las Farc-Ep y eventos masivos de desplazamiento forzado', destacó el informe de la UIA.
Igualmente, este informe advierte el surgimiento de prácticas de autodefensa y paramilitarismo para atemorizar a las personas que participan en la protesta social. 'Con ocasión del paro nacional, hay evidencias en por lo menos 27 ciudades, sobre el surgimiento de ‘grupos de civiles armados’ que reivindican estas prácticas', reveló este reporte. Asimismo, el Sistema de Monitoreo de Riesgos de la UIA identificó 12 casos de violencia sexual que afectan a manifestantes y uno que afectó a una mujer policía en el transcurso del paro nacional.
Para la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP esta situación es alarmante, ya que, con ocasión a su participación en el paro nacional, 'es probable que varias organizaciones intervinientes ante el Sistema Integral para la Paz incrementen su situación de riesgo de seguridad, por lo que se estarían presentando amenazas que tienen el potencial de obstruir su participación efectiva en los procesos que desarrollen las entidades del Sistema en el futuro'.
Finalmente, este reporte entregado por la UIA también revela que, en términos de frecuencia, Colombia ha sido el segundo país con una tasa de muertes violentas por día de protesta más elevado en el mundo (un muerto cada 36 horas), y que el paro nacional de 2021 tiene las cifras más altas de muertes violentas de personas que han participado en escenarios de protesta social en los últimos 44 años.