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Por: Jéssica Rocío Mora y César Augusto Marín (Periodistas de la Unidad para las Víctimas).

'Ese día mataron a mi padre, a dos de mis hermanos y a cerca de 10 personas más, al tiempo que me violentaban sexualmente, me pegaban un tiro en la cabeza, me torturaban y me partían el brazo izquierdo'.

Ese es parte del relato de horror que vivió Ledys Margoth López Polo el 20 septiembre de 1993 cerca de San Pedro de Urabá (Antioquia) luego de que integrantes de un grupo paramilitar incursionaran en una finca bananera en la que vivía con su familia y varios vecinos.

Ledys nació en Canalete (Córdoba), pero su infancia y adolescencia las vivió en Urabá. Al momento de los hechos violentos ella tenía 19 años y dos hijas bebés. Recuerda ella que hacia las 4:00 a. m. de ese día hombres armados entraron a la finca y 'todo fue oscuridad'.

'Llegaron partiendo y tumbando las puertas, les prendieron fuego a las casas y dividieron a los hombres por un lado y a las mujeres por el otro. A mí me amarraron a una mata de plátano con las manos atrás, al tiempo que a mi hermana y a un grupo de vecinos los pusieron a cavar una fosa'.

Cerca de las 6:00 a. m. mataron a la primera persona. 'Fue a un vecino que se encontraba cerca de mí'. Uno de los hombres armados le preguntó a Ledys quién era esa persona, a lo que ella respondió que lo conocía porque todos eran vecinos. El tipo siguió haciendo otras preguntas y, de un momento a otro, le disparó y lo asesinó. 'Hasta sangre me chispió en la ropa', recuerda.

Mientras eso ocurría, apareció un grupo de personas a caballo que fueron obligadas a desmontarse y amarradas con el resto de los hombres. Simultáneamente, otros cavaban sus propias fosas mientras los sonidos de los disparos acallaban los llantos y lamentos de los presentes.