Luego de que el expresidente y premio Nobel de Paz, Juan Manuel Santos, reconociera el pasado viernes que la política de premiar las bajas de guerrilleros promovida durante el Gobierno de Álvaro Uribe incentivó las ejecuciones extrajudiciales o mal llamados ‘falsos positivos’, cometidos por miembros del Ejército, sus declaraciones entrarán ahora en un proceso de contrastación, antes de que entren a hacer parte del informe final de la entidad nacida en el proceso de paz de La Habana.
Fuentes de la Comisión de la Verdad le dijeron a EL HERALDO que todos los testimonios, declaraciones y aportes que la entidad recibe y recoge, entran en dicho proceso.
Posteriormente, el informe final de la Comisión de la Verdad será el resultado de todo el proceso de escucha, de esclarecimiento y de contrastación de testimonios y fuentes.
Desde el uribismo criticaron duramente al exmandatario: el senador Fernando Nicolás Araújo cuestionó: 'El cinismo sin límites del exministro de Defensa de Uribe que llamaba narcoterroristas a las Farc para después entregarles el país'.
Por su parte, el exalcalde de Santa Marta, Rafael Martínez, señaló: 'Muy loable que Juan Manuel Santos se disculpe con las víctimas de los ‘falsos positivos’, pero es su obligación decir quién fue el cerebro detrás de esta criminal política. Esta verdad a medias hoy le sigue costando vidas al país'.
Entre tanto, las Madres de Soacha pidieron en Twitter una reunión con el Premio Nobel de Paz: 'Esperamos una reunión donde nos vea a los ojos @JuanManSantos. Más de 13 años gritando que nuestros hijos no eran guerrilleros. Por fin lo escuchamos de su boca. Queremos reiterar que nos lanzaremos al Congreso. Ahora nuestra voz es la de miles de víctimas'.
Santos aseguró en su aporte que cuando llegó al Ministerio de Defensa compartía con Uribe su objetivo de derrotar a la guerrilla, aunque tenían notables diferencias 'en el cómo (hacerlo)'.
'Uribe quería acabar militarmente a las Farc, quería una derrota total. Nunca quiso ni siquiera reconocer la existencia de un conflicto armado, los guerrilleros para él eran unos simples narcotraficantes y terroristas', aseguró.
'Me queda el remordimiento y el hondo pesar de que durante mi ministerio muchas, muchísimas madres, incluidas las de Soacha, perdieron a sus hijos por esta práctica tan despiadada, unos jóvenes inocentes que hoy deberían estar vivos', confesó.