Exactamente 14 conversaciones sostuvieron el Gobierno y el Comité Nacional de Paro (CNP) sin que se consolidara un solo punto de encuentro que pudiera forjar las bases de una eventual mesa de negociación que facilitara la salida a la actual crisis por la que atraviesa el país.
Los últimos siete encuentros se centraron —únicamente— en la solicitud del Gobierno para levantar los bloqueos en todas las vías del país, al tiempo que el Comité acusaba al Ejecutivo de no querer firmar un protocolo de garantías a la protesta pacífica.
Tal parece que de poco sirvió el hecho de que la ONU y la Iglesia fueran los garantes e integrantes del equipo 'técnico' que construiría las reglas básicas para una futura negociación, pues en la noche del domingo el CNP confirmó lo que había anunciado el Gobierno: la suspensión unilateral de la interlocución en la mesa de diálogo por parte del Comité.
Si el escenario antes era turbio, ahora lo es más, pues solo reina la incertidumbre, a pesar de que el alto consejero para la Estabilización y negociador del Gobierno, Emilio Archila, dijo que las partes 'venían trabajando muy juiciosos'. Pero la decisión del Comité tiene su origen en una herida que, según dicen, data desde el paro nacional de 2019.
No obstante, el 24 de mayo, el Gobierno anunció que la jornada de conversaciones de ese día permitió 'concluir el documento de preacuerdos' que las partes trabajaron durante la primera etapa de acercamientos.