Francisco Maltés, presidente de la CUT y vocero del Comité del Paro, le dijo a EL HERALDO que el primer punto que tocarán este domingo en la mesa de negociación con el Gobierno es el de las garantías a la protesta.
Gobierno y manifestantes anunciaron el viernes, tras más de dos semanas de paro y de diálogos del Gobierno con distintos sectores, que se sentarán a la mesa a negociar el pliego de emergencia.
'Creemos que en esta primera reunión se deben establecer las garantías para el ejercicio de la protesta social en Colombia, que paren las masacres, la estigmatización, que se frenen los disparos de algunos uniformados y civiles contra los manifestantes y que haya investigaciones serias que permitan esclarecer los autores de estos hechos preservando el debido proceso', dijo Maltés.
Frente al vandalismo, Hami Gómez, de la Asociación Colombiana de Representantes Estudiantiles, también integrante del Comité, afirmó en EL HERALDO que los jóvenes promotores de las marchas 'hemos sido enfáticos en que la movilización tiene que ser pacífica siempre, y hemos rechazado la violencia de donde provenga. Sabemos que hay sectores que infiltran las movilizaciones, como se ha visto en las denuncias en redes sociales, pero no ha sido el factor protagonista en este paro'.
Entre tanto, monseñor Héctor Fabio Henao, de la Conferencia Episcopal, mediador en los acercamientos entre las partes, confirmó a EL HERALDO que el asunto de las garantías a la protesta 'va a ser el primer punto en la agenda de negociación y nosotros esperamos que podamos avanzar en un camino en el cual haya entendimiento sobre las garantías y que estas se hagan efectivas. La Iglesia, por supuesto, condena la violencia venga de donde venga y es el momento de pactar la exclusión de expresiones que atenten contra la vida, la dignidad o la integridad de las personas'.
Los puntos clave. Pone de presente Maltés que el punto más urgente de los seis que se plantean en el pliego de emergencia 'es el de la renta básica para 10 millones de colombianos, de un salario mínimo por siete meses, porque 17 millones de colombianos se acuestan con hambre y con la pandemia el número de pobres aumentó a 21 millones y los miserables a 7 millones'.