La viceministra de Asuntos Multilaterales de la Cancillería, Adriana Mejía, envió una recia carta de respuesta a los siete relatores de la ONU que en días pasados se mostraron preocupados por el anuncio de reanudación de las aspersiones con glifosato para acabar con los cultivos ilícitos en el país.
Desde el ente multilateral se había hecho un llamado al Gobierno para que no se volviera a la fumigación aérea incumpliendo lo ordenado por la Corte Constitucional, violando mandatos internacionales y pasando por encima del acuerdo de paz con las FARC.
'Los llamamientos urgentes sólo proceden 'en los casos en que las presuntas violaciones requieran medidas perentorias por entrañar pérdidas de vidas humanas, situaciones que pongan en peligro la vida o un daño inminente o continuo de mucha gravedad para las víctimas'', recuerda la cartera diplomática en la misiva de respuesta.
Por ello, agrega la funcionaria, 'en nombre del Gobierno colombiano, me veo en la obligación de rechazar el llamamiento urgente que hacen los procedimientos especiales, dado que no cumple con los requisitos establecidos en el código de conducta que rige el desempeño de su mandato'.
Así mismo, señala el documento que los argumentos de los relatores de la ONU 'prejuzgan sin una base cierta para ello cuando afirman que cualquier decisión del Gobierno de Colombia sobre este tema no cumpliría con las condiciones establecidas por la Corte Constitucional'.
Y concluye la cartera diplomática que 'en virtud de lo anterior, y en el entendido de que el llamamiento urgente no atiende lo establecido en el marco legal que rige el desempeño de los representantes de los procedimientos especiales, como me he permitido señalar, tengo a bien acusar recibo de la comunicación enviada por los procedimientos especiales, señalando que, en la presente oportunidad, el Estado se abstendrá de formular comentarios adicionales a los ya expuestos'.