La exigencia o no de pruebas diagnósticas del coronavirus en las llegadas de los aeropuertos americanos es uno de los tantos motivos de discusión que ha suscitado la pandemia en cada país, en un continente que este viernes ya tiene 21.168.405 casos y 650.705 muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mientras en algunas ciudades y países se refuerza la idea de que se hace un mejor control exigiendo en las terminales aeroportuarias pruebas PCR negativas no superiores a 96 horas, en otros se implementan estrategias que involucran más a estamentos locales o regionales, como los seguimientos a viajeros cuando lleguen a sus destinos y establecimiento de redes de contactos.
La nota más alta en este aspecto la puso este viernes el estado estadounidense de Nueva York, cuyo gobernador, Andrew Cuomo, anunció que reforzará la presencia de la Guardia Nacional en los aeropuertos con el objetivo de evitar la llegada de personas contagiadas con el patógeno de cara a la Navidad.
'Quiero que la gente sepa que esto es en serio', dijo Cuomo, quien explicó que los agentes tendrán la misión de comprobar que todo aquel que llegue a un aeropuerto de Nueva York ha dado negativo en una prueba, la cual los pasajeros deberán hacerse antes de viajar.