La Procuraduría informó este lunes que llamó a rendir declaración para el próximo viernes al comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, por el bombardeo del 29 de agosto de 2019 en zona rural de San Vicente del Caguán, Caquetá, donde murieron ocho menores de edad.
'En esa indagación preliminar se ha tomado declaración a funcionarios del Ejército y la Fuerza Aérea, entre ellos oficiales asesores en derecho operacional', informó la oficina de prensa del ente de control.
Agrega el reporte que se han hecho 'requerimientos' a diferentes entidades, entre ellas el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, la Fiscalía General de la Nación y la Fuerza Aérea, en el marco de estas pesquisas sobre el hecho revelado en un debate de control político citado en la plenaria del Senado por Roy Barreras, disidente de La U, y que le costó el cargo al ministro de Defensa de entonces, Guillermo Botero.
El titular de la cartera de seguridad de ese momento renunció un día después del debate de control político y anticipándose a la cantada moción de censura en su contra.
La Fiscalía indicó entonces que en efecto se trataba de ocho menores de edad fallecidos en el dispositivo oficial y reportó la apertura de una indagación preliminar al respecto.
'El 2 de septiembre de 2019 el fiscal del caso recibió los reportes de las Fuerzas Militares y el material probatorio recogido en el sitio por funcionarios de la Dijín de la Policía Nacional, que dan cuenta de la recuperación de varios cuerpos sin vida y la incautación de 15 armas de fuego entre fusiles, ametralladoras y pistolas, cartuchos, proveedores y otros elementos como dispositivos electrónicos', reza el comunicado del ente acusador de ese momento.
El organismo agregó que 'hasta ahora se han identificado 15 cuerpos (8 menores de edad y 7 adultos), y 2 más permanecen sin identificar'.
El bombardeo estaba dirigido en contra del cabecilla de la disidencia de las Farc, José Marín Ramírez, alias Gildardo Cucho, quien fue abatido en las acciones.