Las autoridades de Panamá informaron este viernes de que incautaron 1.266 paquetes de droga en tres operaciones realizadas en la capital y la provincia caribeña de Colón, en las que detuvieron a siete personas, cuatro de ellos colombianos.
En la primera de las acciones, personal de la fiscalía antidrogas del Ministerio Público y agentes del Servicio Nacional Aeronaval (Senan) dieron con un alijo de 1.066 paquetes de droga a 15 millas de Isla Grande, en Colón, en el litoral Caribe.
El cargamento de droga, no identificada así como tampoco su peso total, estaba almacenado en 43 bultos dentro de una lancha rápida tripulada por 4 colombianos y un panameño, que fue interceptada por las unidades aeronavales.
Los cinco aprehendidos, no identificados, la droga y la lancha fueron trasladados a una de las bases de operación del Servicio Aeronaval, informó la fuerza policial en sus redes sociales.
En otra operación desarrollada también en coordinación con la fiscalía antidrogas del Ministerio Público, los agentes del Senan decomisaron 195 paquetes de una droga no determinada, ocultos en bidones de plástico en el Club de Yates de Amador, en la entrada del lado Pacífico del Canal de Panamá, en la capital.
En la incautación de esta sustancia ilícita fue detenida una persona, no identificada.
Además, en río Coquira, en el sector de Panamá Este, miembros del Servicio Aeronaval interceptaron una lancha artesanal conducida por una persona y decomisaron 5 paquetes de droga que estaban ocultos dentro del motor de la embarcación.
El detenido, no identificado, así como la droga, de un tipo y peso no precisados, y la lancha fueron trasladados a una base del Senan, que en lo que va del año lleva incautados 16.204 paquetes de estupefacientes.
Las autoridades de Panamá decomisaron en el 2019 un total de 90,99 toneladas de drogas, la gran mayoría cocaína, una cifra récord para este país, y detuvieron a 1.013 personas vinculadas con el narcotráfico, el 10 % de ellas extranjeros.
Panamá es utilizado por grupos trasnacionales del narcotráfico como puente para trasegar la droga que se produce en el sur del continente y tiene como principal destino Estados Unidos, el mayor consumidor de cocaína del mundo.
