Después de cerca de cuatro meses de paralización de los aeropuertos, sobre las 8:00 a.m. despegó el primer vuelo piloto de la aerolínea EasyFly que conectará las ciudades de Cúcuta y Bucaramanga en el marco de la reactivación económica del país.
El director de la Aeronáutica Civil, Juan Carlos Salazar, acudió al aeropuerto internacional de Palonegro en Bucaramanga para verificar el cumplimiento de los protocolos de bioseguridad para el primer vuelo piloto. De hecho, Salazar también abordó el vuelo que cubre la ruta Bucaramanga-Cúcuta.
El ingreso a la terminal aérea bumanguesa se controló por medio de una fila, guardando el distanciamiento físico de dos metros, en las puertas de entrada en donde se comprobó el pase de abordar, se realizó la toma de temperatura a los pasajeros, se comprobó el uso del tapabocas y se procedió a la desinfección de calzado y manos.
Una vez dentro del aeropuerto, los viajeros se dirigieron a la sala de embarque donde esperaron a la aeronave guardando distanciamiento físico. El abordaje al avión también se realizó guardando distanciamiento físico en la pista de embarque y al subir al aeroplano se realizó una última desinfección de manos.
Los vuelos fueron operados por la compañía Easyfly con aviones ATR42 con capacidad para 48 pasajeros que hoy comenzaron a cubrir la ruta entre los aeropuertos internacionales de Palonegro en Bucaramanga, capital del departamento de Santander, y Camilo Daza en Cúcuta, capital de Norte de Santander, en la frontera con Venezuela.
La primera operación, siguiendo estrictos protocolos de bioseguridad, se inició a media mañana en Bucaramanga y el vuelo, con más de 30 pasajeros, llegó 40 minutos después a Cúcuta, donde recogió a otros 24 viajeros y volvió a la primera ciudad.
En ambas ciudades el avión fue recibido con chorros de agua de dos máquinas de los bomberos aeroportuarios situadas en las márgenes de las pistas que saludaron de esa forma la esperada reanudación de las operaciones aéreas.