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El procurador Fernando Carrillo informó el pasado lunes que instauró una denuncia por los delitos de trata de personas y hostigamiento tras el episodio en el que el humorista Fabio Zuleta pedía que le vendieran una mujer menor de edad indígena.

'Estos dos delitos que deben ser investigados. Creemos que se ha configurado una conducta que exige esa investigación', dijo el jefe del Ministerio Público.

Carrillo había señalado al respecto que 'no se puede pensar que una violación a los derechos de niñas y mujeres wayuu puede escudarse en costumbres ancestrales que legitiman algo de esta naturaleza, ya hemos hecho las denuncias para que haya justicia y se establezca un precedente'.

Por ello, había anunciado: 'Hemos hecho las denuncias del caso para que aquí haya justicia y que este tipo de circunstancias no se repita'.

Frente al caso, comentó el titular del ente de control: 'Se trata de uno de los capítulos más oscuros en la historia de la violencia contra los derechos de la mujer, contra los derechos de las menores, contra los derechos de las poblaciones étnicas y contra una de las zonas de Colombia más vulnerables por su pobreza. (...) Se violan todas las convenciones internacionales, contra la trata de personas, contra la violencia contra la mujer, contra la discriminación y contra la Convención Internacional de los Derechos del Niño'.

Y concluyó Carrillo que 'tenemos que ser absolutamente claros que aquí hay consecuencias penales, no podemos tolerar que se quiera insinuar que son costumbres ancestrales que legitiman una acción de esta naturaleza'.