Este sábado –a pocos días de haberse conocido el caso de Edy Fonseca, una guarda de seguridad que fue obligada por los residentes del edificio que vigilaba a quedarse día y noche en su puesto de trabajo– se hizo pública una situación muy parecida de maltrato y abuso en contra de un vigilante en Bogotá.
Hélber Bolívar, de 56 años, expuso recientemente que una pequeña ventana de una bodega, donde trabaja, fue el 'único contacto que tuvo con el mundo' durante más de un mes. Según el trabajador, los dueños del lugar no le permitían salir y lo amenazaban constantemente con que si lo hacía, podía perder su trabajo.
Jenny Bolívar, hija de Hélber, relató en una entrevista con Blu Radio de qué manera afectó a la familia la situación en la que se encontraba su padre: 'Mi papá está asustado, teme de las represalias que pueda tomar la empresa contra él por hacer la denuncia. La que tomó la decisión fui yo, porque cada vez que lo veía y tenía que entregarle el alimento de esa manera me dolía mucho'.
La joven también manifestó que el padre de familia solamente recibió $400.000 por laborar 50 días, un hecho que la motivó a delatar el suceso. También dio a conocer que Bolívar ni siquiera contaba con una cama para dormir y un baño para ducharse.
Finalmente, Jenny aseguró que luego de la denuncia que hizo en medios de comunicación, su padre recibió una nueva consignación de $500.000. 'Es muy difícil trabajar ahí porque hay muchas injusticias', relató el vigilante, quien pudo salir en la mañana de este sábado.