La Conferencia Episcopal calificó este lunes el anuncio del cese al fuego unilateral por parte del ELN como 'una esperanza de alivio para el pueblo colombiano, especialmente para quienes sufren con mayor rigor las consecuencias del conflicto armado'.
Pidieron los obispos colombianos a todas las organizaciones armadas ilegales 'que cesen todos los atentados, actos de violencia, secuestros, amenazas y extorsiones, y aun toda violencia verbal, en esta hora de prueba y de grandes sufrimientos para los
colombianos'.
Se unieron en este se todo al llamado urgente que hizo el papa Francisco y al apelo del secretario general de las Naciones Unidas, manifestando que la emergencia sanitaria y social actual exige detener la dinámica de la violencia, para favorecer la ayuda humanitaria y la atención a quienes se encuentran en más graves condiciones de vulnerabilidad.
'Extendemos este llamado para que cese la violencia en las familias, pues ellas son el primer espacio donde se cultiva la paz de la sociedad', manifestaron.
La Conferencia respaldó el propósito del Gobierno de crear espacios de diálogo para continuar con los procesos de paz en el país.
Y concluyeron los obispos que 'la situación actual nos está pidiendo ver con sensatez y determinación los cambios y opciones radicales que debemos hacer para favorecer el
bien común'.