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Ante la controversia que ha suscitado en el país el caso de la mujer que, amparada en un cuadro de depresión, interrumpió su embarazo a los siete meses de gestación, por lo que su exnovio y aparente progenitor del feto anunció que la denunciará por supuesto homicidio, la directora asociada de Women's Equality Center para Latinoamérica y el Caribe, Catalina Calderón, le dijo a EL HERALDO que son las mismas barreras del sistema de salud colombiano las que obligan a las mujeres a abortar en avanzados estados de gestación.

La discusión está planteada además, porque la mujer presentó un cuadro de depresión, lo que según el dictamen médico constituye una de las causales en que se permite interrumpir el embarazo en Colombia: peligro para la vida de la madre, así como también se despenaliza en casos de violación y malformación del feto.

Calderón, representante de la organización internacional con sede en Nueva York que trabaja por los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, hace un llamado a que, como lo plantea la ponencia que se discute en la Corte Constitucional, se despenalice completamente el aborto en el país durante las primeras semanas del embarazo.