Compartir:

El Tribunal Superior de Bogotá consideró que el asesinato del humorista Jaime Garzón no es un crimen de lesa humanidad, con lo que en tres semanas el exsubdirector del DAS José Miguel Narváez –a quien además le rebajaron de 30 a 26 años la condena por el homicidio- podría quedar libre al no existir una sentencia en firme tras 20 años de la muerte violenta.

La corte capitalina le dio la razón al juez séptimo penal de Bogotá, quien decidió que el recordado asesinato del también periodista y activista, perpetrado en la madrugada del viernes 13 de agosto de 1999, no corresponde a un crimen de lesa humanidad, con lo que los términos de prescripción del proceso contra Narváez, condenado en primera instancia por instigar el homicidio, vencen el próximo martes 13 de agosto, cuando se cumplen 20 años de los hechos.

Los defensores del exsubdirector de la cuestionada y desaparecida agencia de seguridad del Estado buscarán su libertad con la prescripción de los términos, debido a que no hay una condena en firme en su contra, lo que significa la posibilidad de que quede libre de todos los cargos.

Por su parte, los representantes de las víctimas confían en que como el expediente se lleva por la Ley 600, es decir el antiguo sistema penal, la prescripción solo aplicaría hasta el año 2021, y la Corte Suprema de Justicia puede de aquí a allá condenar en segunda instancia a Narváez por el asesinato del humorista.

El tribunal aseveró en su fallo que el crimen no fue un crimen de Estado sino que solo obedeció a un acto de sicariato de la banda criminal La Terraza, y que fue ordenado por el ex comandante máximo de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, Carlos Castaño.

También estableció que, en su parecer, no correspondieron los hechos a un actuar sistemático y generalizado del Estado ni del antiguo DAS –implicado en numerosos magnicidios y asesinatos de los paramilitares y en las ‘chuzadas’ a magistrados, opositores y activistas- sino que se trató de una animosidad personal de Castaño.

Entre tanto, el extinto Castaño es el único condenado por este crimen de hace dos décadas. En el proceso tanto Don Berna como Ernesto Báez, exjefes paramilitares, aseguraron que el exsubdirector del DAS asedió a Castaño para que este diera la orden de asesinar al humorista.

'Para Castaño Gil, Narváez era un Dios, él le llevaba listas de los enemigos de la democracia y se refería a él como un hombre muy respetado en las Fuerzas Armadas', aseguró Báez.

'Él (Narváez) llega con información de que Jaime Garzón no solo es facilitador de secuestros sino que hace parte de la estructura de las Farc, inclusive llega con una foto, en la cual Garzón esta con un fiyak o sea con una chaqueta camuflada, en una zona del Sumapaz, Carlos me dice que llame al negro Elkin que se dirija a hablar con él, nos reunimos con él (...), Narváez se retira y Carlos dice que va a tomar la decisión de darlo de baja', dijo Don Berna.

También hay pesquisas relacionadas con el crimen de Garzón contra el coronel (r) Jorge Plazas, quien pidió acogerse a la JEP y contra el general (r) Rito Alejo del Río, quien ya fue admitido por el tribunal de paz.