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El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, aseguró este martes que mañana tendrá un encuentro 'académico' con el consejo editorial de The New York Times, diario que cuestionó la posición del Gobierno ante el acuerdo de paz y denunció la posibilidad de que una directriz del Ejército reviva las ejecuciones de civiles.

Trujillo dijo en una rueda de prensa en Bogotá que en ese encuentro con los periodistas les dará información sobre las políticas del Gobierno en materia de paz, cuyo compromiso fue puesto en tela de juicio la semana pasada en un editorial del diario neoyorquino.

'Es una reunión académica, si se quiere, para efecto de que se conozca de manera amplia el contexto dentro del cual se ha venido moviendo el Gobierno colombiano en estas materias', afirmó el canciller.

En la cita, a la que Trujillo acudirá en compañía de los embajadores de Colombia en Estados Unidos, Francisco Santos, y en la ONU, Guillermo Fernández de Soto, se darán 'datos adicionales' sobre el proceso de implementación del acuerdo de paz firmado en noviembre 2016 con la guerrilla de las FARC.

El propósito es 'poner en conocimiento de la junta editorial del NYT elementos de juicio, análisis del proceso, que llevó a la definición de la política del presidente Iván Duque en esta materia', aclaró Trujillo.

La controversia comenzó el pasado 18 de mayo, cuando el diario publicó un artículo del periodista Nicholas Casey en el cual se planteaba la posibilidad de que la nueva política de resultados operacionales del Ejército colombiano, que incluye una directriz para duplicar el número de criminales y rebeldes muertos, reviva los asesinatos de civiles, conocidos como 'falsos positivos'.

Mediante las ejecuciones extrajudiciales o 'falsos positivos', que comenzaron en 1988, en el auge de la lucha contra la guerrilla, militares atraían con falsas promesas de empleo a jóvenes pobres, algunos de ellos discapacitados, a quienes los llevaban a otros lugares del país donde los asesinaban para presentarlos como rebeldes muertos en combate, incluso con armas plantadas a los cadáveres.

Con eso, los militares 'mejoraban' sus resultados para recibir de sus superiores recompensas, permisos y ascensos.

Tras el revuelo causado por la publicación, Casey y el fotógrafo colombiano del NYT Federico Ríos se vieron obligados a salir de Colombia por motivos de seguridad.

Según la Fiscalía, los 'falsos positivos' dejaron 2.248 víctimas entre 1988 y 2014, aunque organizaciones civiles denuncian que los muertos por esa política pueden llegar a 5.000.

Un informe que entregó en junio del año pasado la Fiscalía a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), encargada de juzgar los crímenes cometidos en el marco del conflicto armado, señala que los 'falsos positivos' se incrementaron a partir de 2002.

De hecho, subraya que el 97 % de los casos investigados ocurrieron entre 2002 y 2008, periodo durante el cual el presidente era Álvaro Uribe (2002-2010), y en la comandancia del Ejército estaba el general Mario Montoya (2006-2008), quien firmó en octubre del año pasado el acta de sometimiento a la JEP, en donde ha insistido en su inocencia frente a esos crímenes.

Posteriormente, en el editorial titulado 'La paz en Colombia es muy preciada para abandonarla', el diario dijo el 24 de mayo que casi tres años después de la firma del acuerdo 'la paz podría estar deshaciéndose'.

Asimismo, afirmó que el Gobierno de Duque ha 'saboteado los avances pacíficos' que se lograron con las FARC, razón por la cual el canciller se reunirá con el consejo editorial de The New York Times para explicar la posición oficial.