Desde el aeropuerto de Popayán salieron en la mañana de este lunes los féretros con los cuerpos de los cuatros uniformados que fallecieron en el siniestro aéreo de este fin de semana en los municipios de Argelia y Balboa (Cauca). Antes de embarcar los cuerpos, se le rindieron homenajes militares al mayor Pedro Ignacio Granados Salcedo (Boyacá), al capitán Edson David Quintero Sánchez (Chocó), sargento segundo Ramiro Santos Carvajal (Santander) y el cabo primero Eduardo Ruiz Gutiérrez (Caquetá).
La ceremonia castrense fue presidida por el general Raúl Hernando Flórez, comandante de la Brigada especial contra el narcotráfico, y el general Jorge Hernando Herrera, comandante de la Brigada 29 que opera en la zona.
Se estima que los cuerpos lleguen hasta la base de Tolemaida y desde allí sean enviados a sus ciudades de origen donde los esperan sus familiares para ofrendarles el último adiós.
La investigación por este siniestro aéreo fue asumida por los técnicos de Aviación del Ejército quienes establecerán las causas de la caída del helicóptero Black Hawk, de matrícula EJC 2166, toda vez que antes de reportarse su desaparición hubo una asonada para evitar que militares y agentes del CTI sacaran de la zona una cantidad de droga decomisada a cultivadores de la zona.
Al respecto, el fiscal Néstor Humberto Martínez manifestó que 'estos actos vandálicos no pueden ser tolerados por el Estado ni por la ciudadanía. No hay ningún espacio del territorio ajeno a la soberanía de las autoridades judiciales y militares. Por ello, los narcotraficantes responsables de la asonada y del secuestro, responsables además de movilizar en forma intimidante a la comunidad, serán inmediatamente judicializados'.