La mayoría de las personas ha sentido la sensación de somnolencia minutos después de iniciar un trayecto en vehículo, sea piloto, copiloto o pasajero. La lucha constante contra el sueño, especialmente en el conductor, ha sido un problema de seguridad vial en todos los países del mundo.
Tradicionalmente este hecho se ha asociado con la temperatura del vehículo, la hora del día e inclusive la velocidad del automóvil. Sin embargo, un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Melbourne, Australia, descubrió que esa sensación de sueño que invade progresivamente se debe a las vibraciones que se transmiten a través de los asientos a nuestro cerebro.
El experimento contó con 15 participantes que se sometieron a dos tareas de conducción simuladas durante 60 minutos a cada uno. Según los investigadores, una de las pruebas involucró una vibración de cuerpo entero entregada por el asiento del vehículo, mientras que la otra no.
'La escala de somnolencia Karolinska, una medida subjetiva de somnolencia, demostró un aumento significativo en la somnolencia durante la tarea expuesta a la vibración desde los 15 minutos', aseguró el estudio.
El conductor expuesto a la vibración empezó a presentar somnolencia desde los primeros 15-30 minutos de trayecto en los que se va aumentando progresivamente. La sensación de sueño alcanzó su punto máximo a los 60 minutos de estar expuesto a esta frecuencia.
'Los efectos de la vibración física en la somnolencia del conductor no se han investigado bien. Este estudio controlado por laboratorio encontró cambios característicos en la frecuencia cardíaca que indicaban un esfuerzo neurológico progresivamente creciente para mantener el estado de alerta', señalaron los expertos.
Estos hallazgos tienen implicaciones para el desarrollo futuro de vehículos optimizados para mantener alerta al conductor sobre la marcha.