Un trabajo de cooperación entre la Dirección de Antinarcóticos de Colombia y la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), además de las policías de Ecuador y México, permitió la captura de 16 mexicanos y un ecuatoriano a quienes las autoridades señalan de hacer parte del cartel de Sinaloa.
Según versiones oficiales, estas personas viajaron hasta Tumaco (Nariño) con la fachada de turistas y con el pretexto de visitar el municipio del Charco, pero sus intenciones reales –dicen– era la compra 1,3 toneladas de cocaína que llevarían a México.
El seguimiento al cargamento de cocaína se hizo desde el Pacífico colombiano y su interceptación se dio en cercanías del puerto mexicano de Manzanillo.
Los detalles del proceso señalan que en algún momento de la investigación los implicados desaparecieron a los ojos de las autoridades, por lo cual se requirió la experiencia de agencias de los países vecinos. El grupo de personas fue detectado en las costas de Ecuador muy cerca de la provincia de Esmeraldas, donde las autoridades lograron poner un dispositivo de seguimiento en una de las embarcaciones que se alquiló para transportar los narcóticos.
Los ocupantes de estas embarcaciones al verse sorprendidos por la armada mexicana intentaron deshacerse de la carga arrojándola al mar, pero se logró la recuperación de 1.3 toneladas del estupefaciente.
'Con esta importante incautación y la captura de las 17 personas continuamos luchando contra el narcotráfico afectando las finanzas de carteles mexicanos que potencian sus actividades criminales a través del narcotráfico', expresó el general Fabián Cárdenas Leonel, comandante de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional.
El Cartel de Sinaloa opera como una organización criminal dedicada al narcotráfico y centra sus operaciones en 17 estados de México, principalmente. Las actuaciones del cartel se basan en el tráfico y distribución de cocaína procedente de varios países para su ingreso ilegal a los Estados Unidos.