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 La Contraloría General de la República evidenció un hallazgo fiscal y disciplinario por 1.334 millones de pesos, causado por la compra, por parte de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), de unos trenes de aterrizaje que resultaron usados y no aptos para el servicio de sus aeronaves.

'La denuncia sobre estas irregularidades fue resuelta con un hallazgo fiscal por un monto de 1.334 millones de pesos por el incumplimiento del contratista involucrado, y la compra y pago en su totalidad de unos elementos que no produjeron ningún beneficio, ya que no son aptos para ninguna aeronave de la Fuerza Aérea Colombiana', indicó el ente de control.

La investigación sobre este caso fue solicitada al ente de control por la FAC, a través del segundo Comandante, mayor general Luis Ignacio Barón, la cual permitió evidenciar las irregularidades en el incumplimiento del contratista involucrado y la compra de estos elementos que presentaban desgaste y no sirvieron para los aviones de la institución.

'Los repuestos que presentaban desgaste, corrosión, abolladuras y maquillado de piezas, en lugar de ser cambiados fueron irregularmente devueltos para ser objeto de mantenimiento, y aún así resultó que no eran aptos para las aeronaves de la FAC', explicó la Contraloría.

Para el organismo de control, estos hechos permiten concluir que los trenes de aterrizaje adquiridos por la FAC 'no fueron los que se solicitaron inicialmente, lo que constituye un presunto daño al Patrimonio Estatal, toda vez que esta situación no se verificó desde que fueron recibidos, sin percibirse en ningún momento la intervención de la supervisora del contrato, lo que trajo como consecuencia que en este momento se encuentren almacenados sin cumplir con la función para los que fueron adquiridos', explicó.

Proceso de responsabilidad fiscal

La Contraloría abrió un proceso de responsabilidad fiscal en el que se vincula al técnico aeronáutico que tenía a su cargo la inspección directa de los elementos recibidos y la verificación de las condiciones técnicas de viabilidad para el servicio, la supervisora del contrato que suscribió la Agencia de Compras de la Fuerza Aérea y el director de Procesos Logísticos.

'En el caso del técnico aeronáutico, no solo señaló que se requería un overhaul (mantenimiento), cambiando las condiciones del contrato, sino que le dio viabilidad de uso a un elemento que resultó contrario al que se requería para los aviones de la Fuerza Aérea, lo que trajo consigo una compra inoficiosa y con ello un daño al patrimonio del Estado', explicó la Contraloría.

Por su parte, frente a la responsabilidad de la supervisora del contrato, el ente de control aseguró que esta debía ejercer seguimiento técnico, administrativo, financiero, contable y jurídico sobre su cumplimiento, y la investigación permitió determinar que no presentó ningún informe de supervisión, lo que ocasionó un mal seguimiento y que se permitiera el daño al erario de la nación.

Así mismo, el ente de control indicó que el director de Procesos Logísticos deberá responder en su calidad de Comandante del Escuadrón de Abastecimiento.