Para la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia es claro que el senador Bernardo Miguel Elías Vidal, con sus actuaciones en favor de Odebrecht a cambio de dinero, mancilló 'la dignidad, el cargo y la función' de senador.
'(…) convirtiéndose en un mandadero de una empresa extranjera o multinacional, y poniendo las instituciones públicas al servicio de los intereses de ese capital, con evidente traición al pueblo, cuya representación se ejerce'.
Así quedó establecido en la sentencia que lo condenó a 6 años y 8 meses de prisión, por los cargos de cohecho y tráfico de influencias que aceptó y que ya incluye una rebaja de pena por esa aceptación.
Esto, por realizar gestiones en favor de Odebrecht por el otrosí del contrato de la Ruta del Sol II para la ruta Ocaña-Gamarra, así como para lograr el cierre financiero del contrato de Navelena para la navegabilidad del Río Magdalena y hasta para solucionar un conflicto que surgió entre la Concesionaria Ruta del Sol y la ANI en ese contrato.
'Constituye un resquebrajamiento total de la función pública el que un servidor acepte una promesa remuneratoria y reciba dinero para ejecutar actos contrarios a sus deberes oficiales, así como también que utilice indebidamente las influencias derivadas del ejercicio de su cargo y/o de su función para incidir sobre otro en los asuntos que conoce o va a conocer', señaló la Corte.
En la sentencia, la Sala Penal tuvo en cuenta las declaraciones rendidas por Eleuberto Martorelli, Gabriel Alejandro Dumar Lora, el exsenador Otto Nicolás Bula Bula y el empresario Federico Gaviria Velásquez, quienes también están siendo investigados por este caso.
Martorelli, Subdirector de Operaciones de Odebrecht en Colombia, reconoció que contrató a Bula Bula para agilizar la concreción del proyecto del tramo Ocaña-Gamarra y tener la certeza de que el mismo fuera incorporado a la concesión Ruta del Sol II, como en efecto lo fue, mediante el otrosí N.° 6.