El acoso sexual en rangos superior - subordinado es un tema que ha tomado gran relevancia en el mundo tras los testimonios de varias personalidades de Hollywood y el espectáculo.
Colombia no es un país exento de esta problemática a la que cada día más mujeres se unen a través de la etiqueta #MeToo.
Tres periodistas colombianas hacen parte de la lista de mujeres que han decidido alzar su voz ante el abuso y contaron sus historias con el fin de servir de espejo a las que sufren este flagelo.
Hace aproximadamente dos meses, Paola Ochoa denunció también, por medio de su columna en El Tiempo, que había sufrido de acoso laboral por parte su jefe, del que tampoco fue revelado el nombre.
'Me pulverizaría con su poder, su influencia y sus amigos mediáticos', aseguró en ese entonces la periodista.
Claudia Morales reveló por medio de su columna en El Espectador que fue víctima de una violación hace muchos años por parte de su entonces jefe.
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La periodista lo publicó en su columna titulada ‘Una defensa del silencio’, en la que asegura que se decidió a contar su historia a partir del escándalo desatado por la denuncia de Marcela González, pareja de Gustavo Rúgeles.
'Una mujer joven termina su jornada laboral, llega a su hotel, se baña y se arregla para salir a cenar con una pareja de amigos. Alguien golpea en su habitación. Ella mira por el rabillo de la puerta, es su jefe. Abre, 'Él' la empuja. Con el dedo índice derecho le ordena que haga silencio', comienza el relato de la periodista antes de anunciar que es ella quien protagoniza la historia.
Mabel Lara, por su parte, contó durante su programa radial la Luciérnaga de Caracol Radio que sufrió de acoso laboral durante el final de su vida universitaria.
'La verdad fue algo como desprevenido, estábamos en una conversación, de en esas charlas que se forman en los programas de radio, y fui contando mi experiencia', recordó Lara.
'Uno tiene que estar muy preparado para decirlo porque han pasado muchos años y eres una persona pública y esas son cosas que también tienen que prevenirse', agregó.
Sin autores
A pesar de que las voces de eco sobre acosos sexuales son cada vez mayores, las mujeres aún se niegan a revelar, en muchos casos, quienes fueron esas personas que las acosaro, persiguieron y agredieron.
Hay ocasiones en las que el tema de poder es tan fuerte que el temor no permite denunciarle su nombre al mundo, aunque se acepte que la situación pasó.
'Hay mujeres, como en el caso de Marcela (protagonista de su columna), que se retractan y otras, como yo, que guardamos silencio y es nuestro derecho tomar esa decisión', afirmó la redactora de El Espectador quien agregó que su verdugo es tan poderoso que teme repercusiones en su vida y la de su familia.
Por su parte, Mabel Lara asegura que no reveló el nombre de la persona que intentó seducirla en ese momento porque su objetivo con la declaración no era señalar a una persona, sino servir de ejemplo a las víctimas.
'Para qué sirve en este momento decir el nombre de la persona, para ponerlo en la palestra pública y alimentar el morbo de la gente. De ser así el foco se ponía sobre mí y tenía que ir más allá, tenía que desnaturalizar la campaña porque eso alimenta el morbo de las personas', explicó la comunicadora quien aseguró que para ella lo más importante era que todas las mujeres sepan que 'a todas nos ha pasado'.
Las reflexiones
Ambas periodistas aceptan que sus vivencias son similares a muchas situaciones por las que pasan cientos de mujeres del común y que sus declaraciones sirven para que estas se sientan identificadas y para 'desnaturalizar estos comportamientos'.
'Hemos naturalizado este tipo de comportamientos, para muchas estas acciones son vistas como piropos y eso es lo importante de estas herramientas, que sirven para que uno pueda contar lo que le pasó', dice Mabel Lara.
Claudia Morales, por su parte, aseguró que buscaba hacer una crítica a quienes juzgan a las víctimas de acoso.
'Esperaba que este escrito tuviera esta repercusión porque quiero mostrar mi inconformidad con la gente que se cree con derecho a opinar sobre situaciones que no sabe', aseguró la periodista y agregó que esta columna la escribió con el fin de defender el derecho de cada quien a callar y que le sea respetado.