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El saliente superintendente de Servicios Públicos, José Miguel Mendoza, negó en diálogo con EL HERALDO este miércoles que su dimisión obedeciera a supuestas presiones para que la española Gas Natural Fenosa, GNF, volviera al manejo de Electricaribe y a la operación del servicio de energía eléctrica en el Caribe, aseguró sentirse tranquilo y satisfecho con la labor desempeñada, agregó que su salida no cambia el curso del proceso de intervención ni de escogencia del nuevo operador del servicio en la Costa y que quiere dedicarle más tiempo a su familia y 'a ver al Junior en el Metropolitano'.

Entre tanto, fuentes de la Presidencia le dijeron a este diario que el funcionario del ente de control ejercerá su cargo hasta el próximo 31 de diciembre y será designado entonces un encargado hasta que se escoja al nuevo titular por parte del jefe de Estado. Sobre el particular, en la tarde del martes medios capitalinos aseguraron que la ex viceministra de Energía, Ruty Ortiz, lo reemplazaría en el cargo.

Mendoza estaba al mando de la Super desde julio de 2016, cuando fue nombrado por el presidente Juan Manuel Santos tras la salida de Patricia Duque. Antes, desde julio de 2012, se había desempeñado como superintendente delegado de Procedimientos Mercantiles de la Superintendencia de Sociedades.