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Mientras que el jefe máximo de las desmovilizadas Farc, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, pide cita al presidente Juan Manuel Santos para hablar de los 'incumplimientos' y 'modificaciones' que ha experimentado el acuerdo de paz de La Habana, el jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Jean Arnault, advierte que al menos el 55 por ciento de los rebeldes desarmados ha abandonado los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, Etcr, antes Zonas Veredales Transitorias de Normalización, Zvtn.

En el marco del foro 'La reincorporación y reconciliación, dimensiones de la construcción de paz', Arnault deja ver que se profundiza el resquebrajamiento en varios frentes, políticos y operativos, del proceso de paz de Cuba entre el Gobierno y las Farc, aplaudido por la comunidad internacional y merecedor del Premio Nobel de Paz, pero aparentemente atravesando un periodo de orfandad en el país.

'Un muy alto porcentaje de los exmiembros de las Farc ya no están en los Etcr. El fenómeno llama la atención. Los exguerrilleros eran unos 8.000 al 20 de mayo en las Zonas Veredales cuando concluye el almacenamiento de las armas de las Farc. Quedaban el 70% al 15 de agosto. Hoy estimamos a 45% los que todavía están en los Etcr' indicó el jefe de la Misión en su intervención.

Sobre el destino y las causas de la deserción, señala Arnault, 'estas salidas no se originan todas en la desilusión frente a la ausencia de perspectivas socioeconómicas. Lógicamente, un número de exguerrilleros han querido reunirse con sus familias, hacer política, buscar reincorporación por su propia cuenta, entre otros. Sin embargo, el mayor determinante de las salidas es efectivamente, de acuerdo a las entrevistas realizadas por la Misión, la pérdida de confianza en las perspectivas que ofrecen los Etcr. Muchas expectativas incumplidas por mucho tiempo'.

Finalmente, el representante de la Misión de la ONU pone de presente que la reincorporación 'no intenta crear un segmento de privilegiados sino lograr un objetivo fundamental para toda sociedad'.

Y advierte que 'nadie puede tener interés en que exguerrilleros desilusionados de la posibilidad de integrarse a la vida civil en condiciones de seguridad y sostenibilidad vayan gravitando hacia las economías ilegales. Este fenómeno se dio en cierta medida en Colombia luego de la desmovilización de los paramilitares en los años 2000'.