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En la mañana de este domingo se realizó la implosión del edificio donde funcionó la sede administrativa del Ministerio de Transporte durante 59 años en el Centro Administrativo Nacional (CAN), en la localidad de Teusaquillo en Bogotá.

Tomando todas las medidas de seguridad, los encargados de la implosión trabajaron durante las últimas semanas en cada uno de los detalles para que fuera un éxito la destrucción del antiguo inmueble en segundos, y que no afectara las estructuras de las edificiaciones cercanas.

En cuestión de segundos, el edificio desapareció en medio de una gran nube de polvo que poco a poco fue desapareciendo.

La demolición del edificio servirá como avance para la ejecución del Plan de Renovación Urbana adelantado por la Agencia Nacional Inmobiliaria Virgilio Barco, el cual contempla la renovación de la mayoría de las edificaciones existentes del Centro Administrativo Nacional, CAN.

La firma de ingeniería Atila fue la encargada de la demolición con explosivos controlados mediante el sistema de implosión, la cuarta que se realiza en Bogotá. Este método disminuye la sismicidad, el impacto de la caída, el ruido y el polvo, lo que asegura la mínima afectación a los vecinos del sector y es el más responsable con el medio ambiente.