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El paisaje está adornado con un verde esmeralda que deslumbra, los picos de las montañas reciben al visitante exuberantes como recién descubiertos y el aire caliente del trópico llena los pulmones de propios y extraños. El calor es abrazador, continuo, incesante y todo está lleno de vida.

El camino desde Florencia, Caquetá, hasta la zona de Reincorporación de Agua Bonita, en Montañita, dura dos horas largas en bus, luego de interminables colinas y de trasegar por un suelo rojo como el de marte. Cualquiera pensaría que con estas características nada crece. Sin embargo, todo está vivo.

Allí está ubicada una de las 26 zonas de reincorporación de la guerrilla de las Farc. En un principio la zona era exclusiva para quienes estaban dejando las armas, pero ahora está abierta para cualquiera que desee visitarla. Los exguerrilleros que allí se encuentran siempre enfatizan en que uno puede visitarlos en el momento que desee.

'Los fines de semana viene gente de la vereda ‘Montañita’ e incluso desde el pueblo a pasarla bien, a olvidarse del trabajo. Bailamos un rato, nos tomamos unas cervezas y todo sin ningún problema', asegura Pérez, uno de los 260 desmovilizados que están asentados allí.