En el marco del foro ‘Magdalena somos todos: el río, la gente, la historia’, realizado en la Universidad Nacional, el ministro de Medio Ambiente, Gilberto Murillo, señaló la importancia de convocar un panel de expertos para analizar el estado del afluente y dar luces sobre la ruta que debería seguir para su recuperación y futuro.
'Lo que hemos pensado es el compromiso de crear un panel de expertos que nos pueda actualizar en los estudios que se han hecho sobre el río Magdalena y, posteriormente, formar un pacto o acuerdo entre entidades públicas, instituciones académicas, sociedad civil, comunidades y sector privado en pro del río', señaló Murillo.
Para el ministro, este proceso sería un buen punto de partida para que el Gobierno cuente con una hoja de ruta que le permita tomar decisiones en el corto plazo y por eso la necesidad de suscribir un ‘Pacto por el río’, que no sea solo simbólico sino que además esté respaldado con hechos concretos como la sentencia de la Corte Constitucional de 2016, según la cual se reconoce el río Atrato como sujeto de derechos.
'Muchas cosas han cambiado, no solo el estado de los ecosistemas sino también las prioridades nacionales y globales, además de todos aquellos aspectos relacionados con el cambio climático', indicó el ministro.
Según el funcionario, el pacto permitiría que entidades como Cormagdalena, que en la actualidad depende del Ministerio de Transporte, pase a formar parte del sector ambiental, de tal manera que el río deje de ser considerado como una arteria fluvial, y que los aspectos relacionados con la macrocuenca pasen a ser prioritarios para el país.
En este aspecto, el profesor Gerardo Ardila, del Departamento de Antropología de la Universidad Nacional, recordó que Cormagdalena pasó del Minambiente al Mintransporte, lo que condujo a que la percepción del río que se tiene en el país se transformara, puesto que dejó de ser visto como una fuente de vida para convertirse en una vía que haría posible el transporte de carbón y petróleo.
'Pese a que la Asamblea Constituyente creó esta entidad con la intención de garantizar la navegabilidad del río Magdalena, el proyecto ha tenido un sinfín de tropiezos, el más reciente de los cuales fue el escándalo de corrupción por cuenta de la firma brasileña Obedrecht', recordó Ardila.
Por su parte, para Manuel Rodríguez Becerra, director del Foro Nacional Ambiental (FNA), el futuro del río Magdalena enfrenta varios retos relacionados con los conflictos de intereses que pueden generar proyectos como la construcción de cerca de 30 hidroeléctricas que harían imposible la navegabilidad por el río y las actividades de pesca.
'Los intereses respecto a la navegabilidad no coinciden con los de la pesca', precisó el experto, para quien otro de los graves problemas que afronta el río Magdalena es el de las actividades ganaderas que se desarrollan en sus orillas, equivalentes al 70 % del territorio que lo circundan, por la gran deforestación que se presenta en estas zonas.