A través de un comunicado emitido este lunes, la Cancillería, en nombre del Gobierno, señaló que 'lamenta los hechos violentos ocurridos el domingo 1 de octubre' en España e hizo votos por una 'solución negociada' ante las pretensiones separatistas de Cataluña.
'Con España nos unen estrechos vínculos históricos y culturales que nos han permitido cooperar en áreas fundamentales para nuestro desarrollo y crecimiento', recordó el Ministerio de Relaciones Exteriores, agegrando: 'sin duda alguna uno de nuestros principales socios en el mundo'.
Por ello, manifestó la cartera diplomática: 'hacemos votos para que las soluciones relacionadas con la situación en Cataluña se den de manera negociada, en respeto a la Constitución española y en beneficio de una España próspera y multicultural como lo ha sido a través de su historia'.
Los independentistas catalanes amenazan con una declaración unilateral de independencia tras el referéndum prohibido del domingo, marcado por violentas cargas policiales, en que uniformados y guardias civiles recurrieron a porras, patadas, empujones y pelotas de goma contra manifestantes decididos a votar y entraron por la fuerza en colegios para requisar urnas y papeletas.
Desde Barcelona, los independentistas denunciaron una 'represión injustificada' y desde el gobierno regional, aseguran que 896 personas precisaron atención médica y dos de ellas tienen 'pronóstico reservado'.