Desde el próximo sábado, 1 de julio, comienza a regir el impuesto al uso de bolsas plásticas en el país, esto con el fin de reducir la contaminación y los impactos ambientales que causan estos como residuos sólidos.
De acuerdo con la Ley 1819 de 2016, los establecimientos comerciales que a partir del 1 de julio entreguen bolsas, cuya finalidad sea cargar o llevar productos vendidos a sus clientes, deberán cobrar un impuesto de 20 pesos por cada bolsa.
Esta tarifa se incrementará 10 pesos cada año, de manera que para el 2020 llegará a 50 pesos por bolsa. El impuesto se les cobrará a las personas que reciban las bolsas plásticas, incluyendo domicilios y se recaudará al momento de la entrega.
De acuerdo con Cecilia Rico Torres, directora de impuestos de la Dian, este impuesto lo determinó el Congreso a través de la reforma tributaria, y busca desestimular el consumo de plástico más que generar un recaudo.
La funcionaria comentó que estos dineros serán trasladados a cuentas del tesoro nacional y tendrán como finalidad inversión en temas ambientales.
Los responsables de presentar la declaración son las empresas o personas que tributan bajo el régimen común y la decisión de cómo se va a manejar ante el comprador el recaudo es de su competencia, aunque el comprador siempre podrá optar por recibir o no la bolsa.
De este impuesto están exentas las bolsas cuya finalidad no sea cargar o llevar productos en el punto de pago, las bolsas utilizadas como material de empaque de los productos pre-empacados, así como las biodegradables certificadas como tal por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y las bolsas reutilizables, que conforme a la reglamentación del Gobierno Nacional, posean unas características técnicas y mecánicas que permitan ser usadas varias veces, sin que para ello requieran procesos de transformación.
La ley no hace ninguna distinción en el tamaño de la bolsa, el hecho generador es la entrega de cualquier bolsa plástica cuya finalidad sea cargar el producto, por lo tanto, tampoco se hace diferencia de que es lo que se empaca, explicó Rico.
Impacto ambiental
Para implementar esta norma, el Ministerio de Ambiente junto con WWF, Fenalco, Acoplásticos y Asocars trabajaron en una campaña llamada ‘Reembólsale al Planeta’, la cual tuvo una gran acogida en gran parte de los colombianos que empezaron a pedir bolsas solo cuando era estrictamente necesario.
En lo corrido de este año, de acuerdo con la industria de plásticos, en Colombia se redujo en un 27% el consumo de bolsas, dato registrado por ventas anuales en cerca de 80 empresas productoras de este material, con una totalidad de ventas por el valor de 475.000 millones de pesos aproximadamente, confirmó Ferney Díaz de la organización ambientalista WWF.
Actualmente, se estima que en Colombia una persona recibe, por los menos, 6 bolsas plásticas en una semana, es decir, 288 bolsas por cada colombiano en el año, según cifras de WWF. Así mismo, en promedio la vida útil de una bolsa plástica es de alrededor de 12 minutos, pero el tiempo que tarda en degradarse es más de 300 años.
Pero el problema ambiental con el uso irracional del plástico es que para su producción se necesitan alrededor de 100 millones de barriles de petróleo se utilizan para fabricar más de un trillón de bolsas plásticas que se usan en el mundo.
Adicionalmente, se ven afectadas fuentes hidrícas y ecocistemas, satura los rellenos sanitarios, obstruyen los acueductos e incrementa el efecto invernadero por los gases que produce su fabricación.
'La importancia de esta norma es concientizar a las personas sobre el uso irracional de bolsas de plástico, solo cuando se toca el bolsillo las personas reaccionan', dice Díaz.