La Corte Suprema de Justicia le negó la libertad este lunes a Rafael Uribe Noguera, confeso secuestrador, violador y asesino de la pequeña Yuliana Samboní.
El máximo tribunal de la justicia ordinaria confirmó el fallo del pasado 20 de diciembre del Tribunal Superior de Bogotá, contra un recurso radicado por Edwin Mayorga Díaz, un recluso de la cárcel de Bucaramanga, quien sostenía que la libertad de Uribe Noguera debía darse por la filtración de las pruebas a los medios de comunicación.
Se lee en la providencia que los argumentos expuestos por el preso no son suficientes, ya que la captura y posterior privación de la libertad no afectaron los derechos fundamentales de Uribe y, por ello, la supuesta filtración de documentos no constituyen un obstáculo para el encarcelamiento.
Para la alta corte 'la privación de la libertad que actualmente soporta el señor Rafael Uribe Noguera está fundada en la medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento carcelario que le fue impuesta por el Juzgado Setenta y Nueve Penal Municipal con función de control de garantías de Bogotá, providencia que adquirió ejecutoria, toda vez que la defensa técnica desistió del recurso de apelación que había interpuesto en su contra'.
Agrega el tribunal supremo que, por lo tanto, los argumentos dados a conocer por el solicitante no son válidos, 'a menos que se obtenga la revocatoria de la medida de aseguramiento de privación preventiva de la libertad del procesado, tendrá (la petición) fundamento constitucional y legal'.
Uribe permanece detenido en la cárcel La Picota de la ciudad de Bogotá por los delitos de feminicidio, acceso carnal violento y secuestro. El próximo 29 de marzo se llevará a cabo la audiencia en la que se conocerá el monto de la pena, que podía ascender a 60 años de prisión.
El pasado 11 de enero, Uribe Noguera aceptó que secuestró, violó y mató a la pequeña Yuliana, de tan solo siete años, el pasado 4 de diciembre.
El confeso asesino, ante los padres de la niña, Juvencio Samboní y Nelly Muñoz, pidió perdón por lo que había hecho, así como pidió perdón a su familia y a Dios.
Indicó la Fiscalía en la acusación que Uribe Noguera, de 38 años, se aprovechó de su condición social y económica, además de su condición masculina y de fuerza, para raptar, abusar y matar a la pequeña, perteneciente a una familia indígena desplazada, que vivía a pocas cuadras de donde vivía su agresor.
Los hermanos Uribe Noguera, Francisco y Catalina, un reconocido abogado y una historiadora, han sido imputados por el delito de favorecimiento de secuestro, se les cobijó con medida de aseguramiento consistente en la prohibición para salir del país y son objeto de otras pesquisas por presuntas maniobras para alterar la escena del crimen.