El juez 68 de garantías de la capital les impuso este martes a Francisco y Catalina Uribe Noguera medida de aseguramiento consistente en la restricción para salir del país, en el marco del proceso que se les sigue por el aparente favorecimiento del crimen de la pequeña Yuliana Samboní, presuntamente perpetrado por su hermano, Rafael Uribe Noguera, el pasado 4 de diciembre en la localidad bogotana de Chapinero.
La orden del togado, impartida tras unas ocho horas de audiencia, incluye la prohibición para salir de la ciudad de Bogotá sin un permiso expreso de las autoridades, la suscripción de un acta en que se comprometen a cumplir con las diligencias a que sean citados, la restricción para acceder a los apartamentos de los edificios Equus 64 y Equus 66 -en que ocurrieron los hechos y donde fue hallado el cadáver de la pequeña- porque aún son objeto de pesquisas y la abstención de dar declaraciones del caso por fuera de los despachos de la justicia.
La Fiscalía
En la diligencia, la fiscal actual, que enmendaba la aparente omisión de la primera fiscal del caso de no haber solicitado la restricción, reveló detalles inéditos de la posible obstrucción de la justicia en el caso. Recordó al respecto que los Uribe Noguera habían sido contactados desde el mediodía de los hechos, les habían hecho saber que la camioneta de su propiedad había secuestrado a una niña de 7 años en el deprimido barrio Bosque Calderón, les habían preguntado si sabían algo y les habían pedido contactarse con el Gaula una vez tuvieran información sobre el plagio de la menor.
María Lorenza del Castillo, fiscal especializada del despacho de la vicefiscal general de la Nación, quien reemplazó a la relevada fiscal 121 de Vida de Bogotá, Adriana Alarcón, puso de presente que 'en la entrevista al capitán del Gaula, Gabriel Silva, este refirió que Francisco nunca dio voluntariamente de manera inicial el nombre de Rafael y siempre se refirió a 'un familiar'. Y la teniente Carolina Correa dijo que Francisco aseguró que no sabía en manos de quién estaba la camioneta, le insistió y él manifiesta que ya está intentando ubicar a un familiar, y en una de esas llamadas le escuchó que necesitaba ubicar urgente a Rafael. Luego dice que la camioneta la tiene Rafael pero que él es una persona de bien'.
Así mismo, advirtió la delegada del ente de investigación penal que cuando llegó Francisco Uribe al edificio Equus 66, pasadas las 3 de la tarde, 'baja al sótano, encuentra la puerta de la camioneta sin seguro y encuentra el zapato blanco de la menor'.
Al respecto, agregó la fiscal Del Castillo, 'una vez llega Francisco al edificio y sabe que están Rafael y la camioneta, y habiendo encontrado el zapato de la niña, no da aviso a las autoridades y asume la tarea de entrar al apartamento, saltando un muro para salir por la terraza, y eso no le correspondía a él sino a las autoridades. Y Catalina ya sabía la ubicación de la camioneta y de Rafael'.
Sentencia entonces la investigadora que 'ellos no tienen contacto con el Gaula en ningún momento'.
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Además, sostuvo que 'Francisco se dirigió al edificio dónde estaba Rafael con Catalina, pero le dice al Gaula que iba a su casa cuando en realidad se va a la casa de Rafael: Francisco le miente al Gaula'.
'Luego Francisco y Catalina se encuentran en el Equus 66 con diferencia de 10 minutos (...). El haber acordado encontrarse en el edificio muestra que ambos dirigen el comportamiento a encontrar primero, sin dar aviso a las autoridades, a la camioneta y a Rafael', señaló.
Posteriormente, refiere la funcionaria, 'Francisco sube rápido a la terraza, luego salen los tres tras estar encerrados una hora y media, salen como a las 5:27 de la tarde, toman el taxi en la calle 68 con carrera 7, y la entrevista del taxista, Tomás Ricardo Melo, obra en el expediente. Él dice que Catalina se bajó en la calle 72 y a las 18:27 pm entran a la clínica Monserrat, y luego es que Francisco cuenta del paradero de la niña'.
Y sigue el relato: 'cuando salen ellos de la Monserrat la teniente Carolina llama a Francisco y él ya está con Rafael pero este le dice a la teniente que no sabe dónde está'.
Finalmente, relaciona la fiscal que se halló un chat en el que se evidencia que los hermanos sabían en manos de quién estaba la camioneta: 'Laura Arboleda, esposa de Francisco Uribe, reconoce que había un chat en guasap, pero dice que tampoco dieron aviso a las autoridades porque había amenazas que pesaban en su contra'.
Por lo tanto, considera la Fiscalía, 'estos elementos indican que el actuar pudo haber entorpecido la investigación, la posibilidad de encontrarla viva, de establecer que pasó ahí, en síntesis la Fiscalía encontró que ambos son coautores del favorecimiento'.
Agregando: 'la conducta indica que se adelantaron acciones para evitar que las autoridades atendieran oportunamente el caso, los imputados desde un primer momento entorpecieron la acción de las autoridades'.
Defensa y Procuraduría
Durante la audiencia, la defensa consideró que la Fiscalía 'malinterpretó los hechos'.
Al respecto, el abogado Pedro Aguilar -también defensor en el caso Colmenares- aseguró que 'nunca hubo ocultamiento de información a las autoridades: cuando se ubicó a Rafael por parte de Francisco y Catalina, ellos buscaban averiguar qué había ocurrido con la menor y si era verdad que había sido secuestrada por su hermano, Rafael'.
El jurista, además, argumentó, con documentos patrimoniales y médicos, que los Uribe Noguera 'no tienen dinero' para salir del país y establecerse en el exterior y que supuestamente a su hermano estaba a punto de darle un infarto cuando lo llevaron a la clínica en vez de entregarlo.
La Procuraduría, a su turno, avaló la solicitud del ente acusador de prohibirles la salida del país a los hermanos, así como de mantenerlos alejados de los apartamentos de los edificios Equus 64 y Equus 66 y obligarlos a comparecer en cuanto sean requeridos.
El caso
La nueva petición de medida se produjo luego de que la exfiscal del caso, Adriana Alarcón, fiscal 121 de Vida de Bogotá, se abstuviera -por razones que son materia de pesquisa en la judicatura- de solicitar el pasado viernes al juez 65 de garantías de la capital la medida que había sido acordada en un comité jurídico en la Fiscalía General de la Nación contra los poderosos Uribe.
La semana pasada, Francisco y Catalina Uribe Noguera no aceptaron el cargo de favorecimiento del secuestro de Yuliana Samboní, secuestrada, torturada, violada y asesinada aparentemente por su hermano, Rafael Uribe Noguera, en hechos perpetrados el pasado 4 de diciembre en la capital del país.
Ante ello, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, relevó a la fiscal del caso ese mismo viernes y pidió una investigación en su contra en la judicatura.
Señaló además que 'la fiscal del caso se apartó de la decisión del comité técnico jurídico, retirando la solicitud de medida de aseguramiento que se había previsto e inclusive contra el concepto del Ministerio Público. Esta decisión fue adoptada de manera inconsulta y contraria a sus deberes legales'.
El ente acusador estudia imputarles a los hermanos Uribe Noguera, más adelante, la conducta de encubrimiento de homicidio, por las presuntas maniobras para alterar la escena del crimen por el que su hermano será acusado el próximo 11 de enero.