Compartir:

El mensaje de la iglesia no fue centralizado

El mensaje del Papa Francisco, el máximo líder de la iglesia católica, ha sido claro desde el principio con respecto al Acuerdo de Paz entre Gobierno colombiano con la guerrilla de las Farc. En 2015, el sumo Pontífice había dicho que 'no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación', y un día antes de la jornada de votación del 2 de octubre, prometió su visita al país luego del blindaje del acuerdo en el plebiscito.

Sin embargo en Colombia, que según el centro de investigación Pew Research Center, es considerado el sexto país con más números de católicos, con unos 38.100.000 en 2010, expertos analistas consideran que el mensaje de la iglesia terminó dividido y envuelto en 'publicidad engañosa'.

'El Papa fue asaltado en su buena fe y su visita a Colombia fue condicionada por la victoria del Sí, así que muchos creyentes estaban ilusionados con eso', consideró Hernán Olano, director del programa Común de Humanidades de la Universidad de La Sabana.

Lo anterior, de acuerdo con Neila Díaz, directora de la Especialización en Psicología Educativa de la misma institución, se explica porque 'cuando las personas deciden congregarse, eso implica una pérdida del individuo para fusión del grupo y de alguna manera se pierde la voluntad individual para seguir una más grande'.

Sobre el por qué ganó con una reducida ventaja el No, aseguran que obedeció, en cuanto a la iglesia, a un mensaje que 'no fue centralizado'.

'Si los grandes líderes religiosos se hubiesen sentado de forma sincera, los acuerdos no se hubiesen demorado tanto porque finalmente el mensaje de Dios es de amor y perdón todo el tiempo, pero vimos también mucho rechazo así que allí hubo desconexión', indicó Lázaro Cotes, antropólogo docente de la Universidad Autónoma del Caribe.

Agregó que 'hay que tener presente que las sociedades que tienen poca formación académica son las que más se pueden manipular con ideologías', fenómeno que ejemplificó con 'mito sobre la ideología de género'.

Reconocieron una desinformación en gran parte de la comunidad y explicaron que 'de parte de la iglesia católica, pero también la cristiana, ganó el No por falta de pedagogía porque si se hablaba del contenido de los acuerdos de forma más didáctica, tal vez habrían comprendido mejor la situación. Lo que no respaldó la comunidad fue una serie de mentiras y noticias filtradas', señaló Olano.

'Finalmente, gran parte del No fueron por votos de cristianos protestantes, habría que hacer un análisis de sus argumentos', consideró Cotes.

¿Fueron instrumentalizadas las FF MM?

Este proceso de paz, a diferencia de los anteriores adelantados con las Farc, tuvo la particularidad de contar con la participación activa de las Fuerzas Militares, tanto en el equipo negociador –como lo hicieron los generales (r) Óscar Naranjo y Jorge Enrique Mora– como en la subcomisión técnica encargada del punto sobre el fin del conflicto que estuvo en cabeza del general Javier Flórez.

Esta participación, para el doctor en sociología y docente de la Universidad Central de Bogotá, Daniel Aguilar, muestra una contradicción entre lo que hicieron los militares como institución y la manera en que fue usada su imagen en la campaña.

'Eso fue muy complejo porque como ellos no pueden hablar ni tomar partido, lo que pasó fue se instrumentalizó al Ejército. Entonces, es más la influencia de lo que se hizo con ellos como institución que lo ellos mismos pudieron hacer como institución', afirma.

Aguilar señala que posturas como la del general Alberto Mejía, quien en una entrevista televisada habló sobre el honor de proteger a quienes dejaban las armas, terminaron siendo rechazadas dentro de los promotores del ‘No’ y de la misma sociedad que llevaba años construyendo una imagen de lo que estaban pensando los militares.

'Eso influyó muchísimo, al punto de que cuando el general Mora vuelve de La Haba y el general Mejía da esa entrevista, fueron censurados por personajes como María Fernanda Cabal', sostiene.

Una visión distinta ofrece el general (r) Jaime Ruiz Barrera, presidente de Acore, quien señala que aunque la presencia de las Fuerzas Armadas en las discusiones sobre el fin del conflicto fue positiva y necesaria, las decisiones finales las adoptaron los plenipotenciarios y el Gobierno y el acuerdo terminó contemplando varios puntos que como asociación consideraban peligrosos.

'Ese papel fue bien visto porque lo peor hubiera sido no estar ahí, porque si no hubiéramos estado, con el equipo que estuvo en la subcomisión técnica, cualquier persona, por muy bien intencionada que quisiera a nombre del Gobierno resolver el asunto, no habría sido posible', destaca.

Ruiz señala que Acore no dio una instrucción concreta a sus 3.500 afiliados, pero que sí fijó sus preocupaciones en foros, medios de comunicación y redes sociales, y considera que su mensaje caló en la sociedad.

'Advertimos que si gana el Sí, esto como acuerdo especial quedaría inmodificable, sea lo que sea. Si gana el No existe la posibilidad de revisar y corregir lo que sea inconveniente y en eso estamos', afirmó.

El general (r) fue enfático en resaltar que 'la Fuerza Pública no podía tomar partido ni a favor ni en contra respecto a lo que se estaba votando' y que su responsabilidad fue garantizar la seguridad de quienes acudieran a las urnas.

Los empresarios dieron libertad de decisión

Los presidentes de Acopi, Cotelco y Fenavi afirmaron que el rol de los gremios empresariales e industriales frente al proceso de paz trató de mantenerse neutral, impulsando una labor pedagógica hacia el interior de sus asociaciones.

'Nosotros no persuadimos ni para el ‘Sí’ ni para el ‘No’ en el plebiscito. Tenemos como gremio la responsabilidad de una paz para Colombia y dentro de esa responsabilidad hemos sido participe dentro de unos sondeos, realizados a empresarios, y a través de foros por la que hicimos desde el año pasado. En estos escenarios se recogieron informaciones de cuál es la percepción empresarial del posconflicto, cuál cree debía su rol. Y dimos los resultados de ese sondeo', afirma Rosmery Quintero, presidenta de Acopi, que hace parte del Consejo Nacional Gremial.

Quintero señala que no hubo unidad entre sus asociados y demás grupos empresariales frente a alguna de las opciones del plebiscito, 'cada quien decidió lo que le pareció' y en tal sentido considera que el mensaje que se envió a la sociedad fue el de la real democracia. 'No veo negativo que haya ganado el ’No’, lo que si fue negativo es el abstencionismo', afirmó.

Para el gremio hotelero, representado por Gustavo Adolfo del Toro, presidente nacional de Cotelco, lo importante era impulsar el voto informado entre sus afiliados, para que cada uno tomara una verdadera decisión a conciencia.

'Lo que ocurrió en nuestro gremio fue también lo que reflejó el país con una votación muy dividida (...) Lo que hicimos, insisto, fue promover un análisis de los acuerdos de Paz para que votaran a consciencia. Obviamente resaltando los beneficios que tuviera el sí para Colombia', afirmó.

Por su parte, Andrés Valencia, presidente de Fenavi, también resaltó la labor pedagógica que su gremio hizo tanto al interior de la asociación como para la ciudadanía en diversos foros y también reuniones con analistas, expertos y negociadores del Gobierno en su junta directiva.

'Este ejercicio nos permitió despejar algunas dudas a alguno de nuestros afiliados y seguramente con los otros invitados y analistas que tuvimos en nuestra junta. Cada uno de los agricultores tomó una decisión mucho más formada e instruida el pasado domingo 2 de octubre', afirmó.

Y agregó: 'Creemos que el mensaje llegó desde nuestros afiliados a la sociedad, porque Colombia coincidió en que no esperábamos el triunfo del no y fue una sorpresa que nos muestra algo positivo de este resultado y es que el que el triunfo del No acabó con la polarización en el país'.

Partidos no estaban preparados

Para el presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, quien además pertenece al Partido de La U, colectividad del presidente Juan Manuel Santos, las elecciones del 2 de octubre fueron 'incómodas' para los partidos, que están 'diseñados para elegir personas'.

'Los partidos políticos son muy personalistas, en ellos realmente no hay una fuerte institucionalidad sino una agrupación de líderes. Luego, los partidos políticos no están preparados para una elección como esta donde no eligen a nadie sino que se vota sobre una política', afirmó.

A pesar de reconocer que la campaña al plebiscito fue 'difícil' para los partidos, dijo que 'aportaron su granito de arena', sin llegar a ser 'protagonistas'. Destacó que había partidos respaldando las opciones del ‘Sí’ y el ‘No’, pero que su labor fue más de dar información o desinformación que orientaron el voto en uno u otro sentido.

'Era una campaña más de pedagogía y los partidos se concentraron más en manifestaciones y en reuniones grandes cuando el debate era más de ideas, entonces ahí pudo haber un desajuste', sostiene.

Para Lizcano, la campaña terminó siendo 'mucho más de la sociedad, mucho más de los ciudadanos', por lo tanto 'no puede verse la elección como una sumatoria de los votos de cada partido'. Por esto, señala el senador, 'ni los seis millones de votos por el ‘No’ son de Uribe, ni los otros seis por el ‘Sí’ son de la Unidad Nacional'.

Una visión distinta tiene el Carlos Guzmán, politólogo y docente de la Universidad del Norte. Para Guzmán, los partidos como instituciones fundamentales de todo sistema político son vitales en recoger las demandas sociales de las comunidades que representan y servir de intermediarios frente al Estado, para que las mismas sean debidamente atendidas.

Sostiene que esta labor no ha sido cumplida cabalmente por los partidos en Colombia a lo largo de la historia y que eso se vio reflejado en la elección del domingo.

'El aporte de los partidos políticos al proceso ha sido incompleto e inclusive precario', sostiene el experto, quien además agrega que: 'Hubo partidos que intentaron informar a la ciudadanía acerca de las implicaciones del proceso a partir de sus postulados ideológicos, pero hubo otros que desinformaron y manipularon la información disponible'.