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Este es el anuncio que hizo al mundo la presidenta del Comité Nobel de Noruega, Kaci Kullmann
El Comité Noruego del Nobel ha decidido galardonar con el Premio Nobel de Paz 2016 al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, por su decidido esfuerzo de alcanzar para el país el fin de una guerra civil de más de 50 años; una guerra que ha costado la vida de, por lo menos, 220.000 colombianos y el desplazamiento de cerca de 6.000.000 de personas. El galardón también debe ser visto como un tributo para el pueblo colombiano que, a pesar de las grandes dificultades y abusos, no ha perdido la esperanza de una paz justa, y para todas las partes que han contribuido al proceso de paz. Este tributo es también, en no menos medida, para los representantes de las incontables víctimas de la guerra civil.
El presidente Juan Manuel Santos inició las negociaciones que culminaron en el Acuerdo de Paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las Farc, y él ha buscado consistentemente hacer avanzar este proceso. A sabiendas de que el Acuerdo era controversial, fue fundamental en asegurar que los electores colombianos pudieran expresar sus opiniones acerca del Acuerdo de Paz en un referendo. El resultado de la votación no fue el que el presidente Santos quería: una estrecha mayoría, de poco más de 13 millones de colombianos que emitieron su voto, le dijo no al Acuerdo. Este resultado ha creado una gran incertidumbre para el futuro de Colombia. Hay un peligro real de que el proceso de paz llegue a su fin y que la guerra civil estalle de nuevo. Esto hace aún más importante que para las partes, lideradas por el presidente Santos y el líder de la guerrilla de las Farc Rodrigo Londoño, continúen respetando el cese al fuego.
El hecho de que la mayoría de los votantes le dijera no al Acuerdo de Paz no necesariamente significa que el proceso esté muerto. El referendo no fue un voto a favor o en contra de la paz. Lo que el lado del ‘No’ rechazó no fue el deseo de paz, sino un acuerdo de paz específico. El Comité Noruego del Nobel enfatiza la importancia del hecho de que el presidente Santos esté ahora invitando a todas las partes a participar en un amplio diálogo nacional dirigido a avanzar en el proceso de paz. Incluso, aquellos que se opusieron al Acuerdo han sido bienvenidos a dicho diálogo. El Comité del Nobel espera que todas las partes asuman su grado de responsabilidad y participen constructivamente en la construcción de paz.
Lograr un equilibrio entre la necesidad de la reconciliación nacional y la garantía de justicia para las víctimas será un reto particularmente difícil. No existen respuestas simples sobre cómo esto debe llevarse a cabo. Una característica importante del proceso de paz en Colombia, hasta ahora, ha sido la participación de representantes de las víctimas en la guerra civil. Ser testigo de la valentía y la voluntad de los representantes de las víctimas al declarar sobre atrocidades, y confrontarse con los perpetradores de cada lado del conflicto, ha causado una profunda impresión.
Al entregarle el Premio de la Paz de este año al presidente Juan Manuel Santos, el Comité Nobel Noruego desea animar a todos aquellos que se esfuerzan por lograr la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia. El presidente mismo ha dejado claro que seguirá trabajando por la paz hasta su último día en el cargo. El Comité espera que el Premio de Paz le dé fuerza para tener éxito en esta tarea exigente. Por otra parte, es la esperanza del Comité que en los próximos años los colombianos puedan cosechar los frutos del proceso de paz y reconciliación en curso. Solo entonces el país será capaz de hacer frente con eficacia a grandes desafíos como la pobreza, la injusticia social y la delincuencia relacionada con las drogas.
La guerra civil en Colombia es una de las más largas en los tiempos modernos y el único conflicto armado que queda en las Américas. Es la firme creencia del Comité Nobel Noruego de que el presidente Santos, a pesar del ‘No’ mayoritario en la votación del referendo, ha llevado el sangriento conflicto significativamente cerca de una solución pacífica, y gran parte de los cimientos han sido construidos tanto para el desarme verificable de la guerrilla de las Farc como para un proceso histórico de fraternidad nacional y reconciliación. Sus esfuerzos para promover la paz cumplen los criterios y el espíritu de la voluntad de Alfred Nobel.
Oslo, 7 de octubre de 2016