El embajador de Estados Unidos en Colombia, Kevin Whitaker, dijo en Cartagena que su país está abierto a hablar sobre la fumigación de los cultivos ilícitos, después de que el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, defendiera la reactivación de la aspersión aérea pero no con glifosato.
'El fiscal ha planteado la posibilidad de reiniciar algún programa de aspersión aérea. Si Colombia decide que eso sí tiene valor, que eso sí es importante y quiere hablar con nosotros al respecto, estamos completamente abiertos a eso', declaró Whitaker a periodistas.
El diplomático, que asiste al foro internacional 'Futuro Colombia. Paz, desarrollo y sostenibilidad', se pronunció después de que el fiscal general del país, Néstor Humberto Martínez, defendió ayer en Washington la reactivación de la fumigación aérea, pero puntualizó que su propuesta no incluye la aspersión con el potente herbicida glifosato.
'Nuestra opinión, nuestro criterio, es que el uso de glifosato es eficaz y seguro', sentenció el embajador estadounidense.
En mayo de 2015, el Consejo Nacional de Estupefacientes ordenó la suspensión del uso del glifosato, cumpliendo con una orden de la Corte Constitucional de Colombia de detener el uso del herbicida ante la posibilidad de que pueda causar graves daños a la salud y ser potencialmente cancerígeno, como denunció la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tras la suspensión del uso del glifosato, el Ejecutivo delineó un nuevo plan de lucha contra los cultivos ilícitos, que incluía la erradicación manual de la coca y la amapola.
Whitaker señaló que esta fue una 'decisión soberana' de Colombia.
En sus declaraciones a periodistas frente al Departamento de Justicia en Washington, Martínez insistió en su petición para que el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos analice el estado actual de la política antidrogas y tome las medidas necesarias ante el crecimiento 'inusitado' de los cultivos ilícitos.
'Le he participado al señor presidente de mis profundas preocupaciones acerca de lo que puede significar el narcotráfico y que constituye una verdadera amenaza para la paz, porque ese es el combustible de la guerra y del conflicto', resaltó Martínez, que asumió el cargo el 1 de agosto.
Martínez expresó su temor a que otros grupos como el ELN se hagan con los cultivos ilícitos de las Farc una vez que esa guerrilla se desmovilice como parte de los acuerdos de paz.
Whitaker advirtió que en los últimos dos años la cantidad de coca sembrada en el país se 'ha duplicado'.
'Cien por ciento más en 2016 que en 2014. Eso es matemática: más coca, más cocaína; más cocaína, más problemas de seguridad pública y salud pública en los dos países y más billetes sucios aquí en Colombia', añadió.
El glifosato ha sido durante casi 30 años una herramienta del Gobierno para fumigar los cultivos ilícitos como parte de una estrategia contra las drogas impulsada por Estados Unidos, que proporcionó durante 15 años ayuda al país a través del 'Plan Colombia', reformulado ahora como plan 'Paz Colombia'.