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El capitán de la Policía Ányelo Palacios Montero fue inhabilitado por 12 años para desempeñar cargos públicos y fue destituido de su cargo. El capitán fue quien denunció la existencia de la ‘Comunidad del anillo', una supuesta red de prostitución al interior de la Policía.

A palacios lo separaron de sus funciones por un fallo en primera instancia que promulgó el Inspector Regional Dos, delegado ante la Policía.

Las razones están basadas en una denuncia que hizo un ciudadano de Florencia, Caquetá, donde Palacios se desempeñaba como comandante de Policía.

Al parecer los hechos ocurrieron el 12 de junio del año anterior, cuando un comerciante propietario de un establecimiento llamado ‘Estanco Loco Juancho’, afirmó haber sobornado al oficial para que este no sellara el establecimiento que presentaba irregularidades.

El 7 de octubre de ese mismo año, la Inspección Regional de la Policía de Neiva emitió un auto inhibitorio, es decir, se ordenaba archivar dicho proceso al concluir que no existía 'mérito alguno para iniciar una indagación preliminar'. En ese momento el despacho indicó que Palacios había denunciado con anterioridad los hechos irregulares que se estaban presentando con el ciudadano.

No obstante, hubo una ratificación de la denuncia que fue admitida por la misma Inspección General de la Policía. Esta vez, la esposa del mismo comerciante aseguró haberle entregado, a través de una tercera persona (un supuesto compañero de Palacios), la suma de $3 millones a Palacios.

Según la investigación, el comandante no ordenó el cierre a tiempo del negocio y por ello lo acusaron del delito de prevaricato por omisión, y de recibir indirectamente dádivas para no cumplir algunas de sus funciones.