La inclusión de un enfoque de género en las negociaciones del proceso de paz, cuyos resultados fueron difundidos hoy, convirtió a las mujeres del país en depositarias de la 'antorcha de la reconciliación' y 'garantes' de una paz duradera.
'La antorcha de la reconciliación reposará en las mujeres de Colombia', sentenció el jefe negociador del Gobierno en los diálogos de paz con las Farc, Humberto de la Calle, tras la firma de los acuerdos sobre género celebrada en La Habana, sede de las negociaciones desarrolladas durante los últimos cuatro años.
Con este enfoque de género, inédito en un proceso de paz, se busca aportar una visión igualitaria a los acuerdos logrados hasta ahora y que se plasma en varios de los puntos de las conversaciones, entre ellos los de la reforma rural, la participación política, la lucha contra el narcotráfico y la justicia para las víctimas de violencia.
'La paz de Colombia debe tener rostro de mujer', apostilló por su parte el jefe negociador de las Farc, alias 'Iván Márquez'.
La Subcomisión de Género ha trabajado casi dos años en un proceso en el que contó con el acompañamiento de ONU Mujeres y los aportes de víctimas, expertas colombianas e internacionales y exguerrilleras de varias partes del mundo.
El acceso igualitario de las mujeres a la propiedad de tierras, la promoción y protección de la participación femenina en los órganos decisorios y la investigación y reparación para las víctimas de violencia sexual en el conflicto son algunos de los ejes de los acuerdos rubricados.
En el acto de este domingo estuvo presente la directora ejecutiva de ONU Mujeres, la surafricana Phumzile Mlambo-Ngcuka, quien destacó que la plasmación del enfoque de género en la paz colombiana es 'histórica' y el trabajo de esta subcomisión 'brinda esperanza' a miles de personas que sufren conflictos armados.
'La igualdad de género hace que la paz sea posible y duradera', sostuvo la alta ejecutiva.
También comprometió que su organización difundirá al máximo el trabajo sobre género del Gobierno y las Farc como 'clave' para garantizar el cumplimiento de los acuerdos.
El Gobierno y las Farc protagonizan desde hace más de tres años en La Habana un proceso de paz que entró en su recta final el pasado 23 de junio con la firma de un histórico pacto que estipula el mecanismo de cese el fuego bilateral y definitivo y la dejación de armas.