Para tener una versión más real de la batalla del Pantano de Vargas, considerada la más importante de la Guerra de Independencia, un grupo de investigadores del Departamento de Antropología de la Universidad Nacional de Colombia realiza la reconstrucción de esta batalla.
Los investigadores buscan descubrir que fue lo que de verdad pasó ese 25 de julio de 1819 a través de la fotointerpretación y la prospección arqueológica, así como la ubicación, excavación y análisis de los restos de los caídos en combate, contenidos en una fosa común, abierta después de la contienda.
Una de las conclusiones del estudio es que la batalla transcurrió en medio de un invierno, a lo largo del camino colonial de cerro de Bolívar y el cerro de Los Sepulcros.
Identificaron la fosa común con los restos de los caídos de esa batalla, según el estudio fotografías aéreas, se calcula que mide aproximadamente 9,7 por 45 metros.
Además, se recuperaron nueve proyectiles que corresponden a dos calibres diferentes: .69, los cuales pertenecían a fusiles franceses o norteamericanos y .73 para fusiles británicos. También, encontraron un guardamonte de bronce que servía para proteger el gatillo de un fusil británico de modelo comercial y una guarda de espada de caballería española modelo 1796.
El trabajo fue liderado por el director del Laboratorio de Antropología Física, José Vicente Rodríguez, y Luis Daniel Borrero, estudiante de maestría en Antropología. Estos estuvieron acompañados por algunos campesinos.
Los datos finales seránilustrados en un mapa de la época, el cual será expuesto en 2019 en la Casa Museo Vargas. Así, luego de 200 años de ese memorable hecho, que influyó en la independización de Colombia, se conocerá una nueva historia, la de las voces de las tumbas.