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La líder de la Unión Patriótica, Aída Avella, una de las invitadas a la suscripción del acuerdo del fin del conflicto con las Farc, le dijo a EL HERALDO que no puede morir nadie tras la eventual desmovilización de las Farc 'porque sería una muestra de que estamos borrando la intolerancia de que fuimos víctimas en la UP'.

Avella, dirigente del partido de desmovilizados de las Farc que en los ochenta y noventa fueron objeto de miles de asesinatos, manifestó: 'es un día de celebración, por eso estamos pidiendo que hay que garantizar la vida de todos los colombianos, empezando por los insurgentes que están haciendo la paz en este momento'.

Sobre las garantías de seguridad que pactaron el Gobierno y las Farc para los desmovilizados, señaló que 'no puede morir nadie porque sería una prueba de que estamos borrando la intolerancia de que fuimos objeto en la Unión Patriótica, porque muchos de nuestros parlamentarios murieron; porque quienes tiene el poder decidieron matarlos para poder seguir gobernando a Colombia'.

Añade al respecto que 'el respeto a la vida se tiene que mirar desde cómo se desarticulan los grupos paramilitares como las bacrim, porque están vivos en el Cesar, a la salida de Valledupar, en el Magdalena, donde uno los ve y la gente sabe cómo se llaman, en Sucre, en la Costa que ha sido tan golpeada, donde se produjeron las grandes masacres, todavía están allí'.