La canciller María Angela Holguín aseguró que entendió el cierre de la frontera con Colombia dispuesta por Panamá como un fortalecimiento de las medidas de control del tráfico migratorio irregular y calificó la acción como adecuada.
El presidente panameño Juan Carlos Varela ordenó la víspera el cierre de la frontera con Colombia con el objetivo de impedir el flujo irregular de migrantes cubanos y de otras nacionalidades a su país que, según dijo, alienta el tráfico de personas que cada vez se hace más insostenible.
'Nosotros entendimos el mensaje del presidente de Panamá como un fortalecimiento de las medidas de control del tráfico migratorio. Obviamente todos los países tenemos las fronteras cerradas a la migración ilegal', indicó la ministra de Exteriores en declaraciones a la prensa en la sede de la Cancillería en Bogotá.
Hizo hincapié en que los colombianos que tengan su documentación en regla podrán transitar normalmente por la frontera. 'Todo lo que hace un país vecino para mejorar la legalidad y combatir la ilegalidad nos parece bien y adecuada la medida de Panamá'.
'Nosotros no queremos que Colombia se convierta en un país de tráfico ilegal. Sabemos perfectamente que el objetivo de esas personas (migrantes) no es Colombia. El objetivo es más al norte, pero de todas maneras el tráfico pasa por Colombia', añadió la canciller.
También se mostró confiada en que habrá un trabajo conjunto de las autoridades migratorias colombianas con sus pares de Panamá y Ecuador. 'Cada vez va más en aumento ese tráfico ilegal', enfatizó Holguín en una intervención en la que estuvo acompañada por el canciller ecuatoriano Guillaume Long.
Long aseveró que en los últimos tres meses el número de migrantes cubanos hacia Ecuador ha decrecido. 'Han sido más las personas que han regresado a Cuba desde Ecuador que las personas que han entrado a Ecuador desde Cuba y eso es importante', dijo.
Para el canciller ecuatoriano gran parte de la migración de cubanos a otros países tiene mucho que ver con las políticas de Estados Unidos hacia la isla.
De acuerdo con el gobierno de Panamá, el cierre a la entrada de cubanos se dará principalmente en Puerto Obaldía, aunque también incluye otros puntos fronterizos.
El flujo migratorio de cubanos data desde hace varios años, pero se intensificó después de que La Habana y Washington decidieron restablecer relaciones en diciembre de 2014 tras medio siglo de hostilidades, lo que puso en duda la vigencia de la llamada ley de ajuste cubano de 1961 que facilita la migración de los isleños que ingresan por tierra a territorio estadounidense.
Dicha ley les permite a los cubanos quedarse en Estados Unidos siempre y cuando logren ingresar a ese país.
Panamá también enfrenta una crisis por la presencia de centenares de migrantes africanos en su zona limítrofe con Costa Rica. Generalmente estos migrantes también tienen como destino Norteamérica, particularmente Canadá, aunque su situación se dificulta más porque ingresan sin ningún tipo de documentos.