El director de la Federación Nacional de Departamentos, Amylkar Acosta, alertó que el cierre de la frontera Colombia- Panamá podría tener consecuencias en el desarrollo del proyecto de interconexión eléctrica (ICP), al igual que en la vida de las poblaciones indígenas y en el comercio entre ambos países.
El exministro de Minas y Energía aseguró que la decisión anunciada por el presidente panameño Juan Carlos Varela en el marco la 'Operación Escudo' para 'blindar el país ante el narcotráfico', podría terminar afectando varios proyectos, entre los que se encuentra el de la Interconexión Eléctrica Colombia- Panamá (ICP).
'La Interconexión Eléctrica lleva mucho tiempo en la agenda de los dos países y puede sufrir algún retraso por cuenta de esta medida', advirtió.
Acosta agregó que 'afecta la movilidad en la frontera y lógico que también las relaciones entre los países en un momento donde ya la balanza comercial se ve perjudicada por el cierre con Venezuela'.
Resaltó además que el cierre de la frontera con el itsmo perjudicaría a las comunidades indígenas asentadas a los lados de la frontera; más exactamente a los pueblos Cuna, Tule y Embera.
'Es parecido al caso de Venezuela por el cierre de la frontera. Así como ocurre con la comunidad wayuu en La Guajira, para ellos las fronteras son líneas imaginarias y que ahora se pueden convertir en un muro, que en vez de unir, separan', aseguró Acosta.
¿Qué es la ICP?
La Interconexión Eléctrica Colombia - Panamá es un proyecto que planea la construcción de una línea de transmisión eléctrica (en tecnología de corriente directa) desde la subestación Panamá II, en la Provincia de Panamá, hasta la subestación Cerromatoso en Córdoba, con una capacidad de transporte de energía de 400 Megavatios (MW).
El proyecto, firmado en 2011, ha enfrentado distintos tipos de inconvenientes, y se espera que entre en funcionamiento en 2019.