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La Fiscalía capturó ayer en Medellín al hermano menor del expresidente Álvaro Uribe como presunto responsable de auspiciar en los años 90 la creación de un grupo paramilitar en Antioquia.

La determinación fue adoptada por un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos en contra de Santiago Uribe, quien supuestamente promovió la formación de un grupo de sicarios desde su finca La Carolina, en el poblado de Yarumal.

El presidente Juan Manuel Santos se pronunció a través de su cuenta en Twitter para solicitarle al procurador general, Alejandro Ordóñez, 'acompañar el proceso contra Santiago Uribe para rodearlo de todas las garantías constitucionales y legales'.

La Fiscalía precisó que Santiago Uribe fue cobijado con una medida de detención preventiva por su presunta responsabilidad en los delitos de homicidio y concierto para delinquir, como se conoce técnicamente al pacto entre dos o más personas para cometer un número indeterminado de crímenes.

El caso se basa, principalmente, en testimonios entre los que se encuentra el de Juan Carlos Meneses, un mayor retirado de la Policía colombiana que en mayo de 2010, ante el Nobel de Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel, acusó a Santiago Uribe de haber impulsado en ese poblado un grupo de 'limpieza social' conocido como los 12 Apóstoles.

El hermano del expresidente siempre ha alegado su inocencia y ha dicho ser víctima de un complot por ser hermano del exmandatario, cuyo período presidencial se extendió entre 2002 a 2010.

'Los testigos son falsos, son un par de mitómanos', ha dicho en varias oportunidades Jaime Granados, abogado de Santiago Uribe Vélez, en relación con las personas que sindican a su cliente.

Según la Fiscalía, entre las víctimas de ese escuadrón de la muerte habría estado, hace 21 años, un conductor de autobús llamado Camilo Barrientos Durán.

Según ha informado la Fiscalía en el pasado, el homicidio de Barrientos 'se presentó porque varios miembros de la Policía tendrían en la época del crimen una lista de personas susceptibles de ser asesinadas'.

Para los investigadores, Meneses habría participado en ese homicidio junto con otros miembros de la Policía y que, de acuerdo con la misma declaración del mencionado expolicía, contó con la colaboración de Santiago Uribe.

Meneses y el agente Alexander de Jesús Amaya, según había informado la Fiscalía, recibieron a Barrientos y a otros ciudadanos en el comando de la Policía y les aseguraron que los protegerían. Sin embargo, después ellos mismos los habrían asesinado, según la Fiscalía.

'El crimen de Barrientos hizo parte de la estrategia establecida por un grupo de personas, conocidas posteriormente en el mundo del crimen como los 12 Apóstoles, que emplearon sus influencias para que la Policía les colaborara en la campaña de eliminar a varios ciudadanos a los que consideraban miembros de la guerrilla', ha dicho la Fiscalía.

Meneses ha dicho que Santiago Uribe le pidió que colaborara con un grupo paramilitar que él tenía en la zona y que se dedicaba a asesinar a atracadores, consumidores de drogas y cuatreros, a cambio de un pago mensual de entre 600 y 750 dólares.

Aún se desconoce el sitio de reclusión que le será asignado al hermano del expresidente, un reconocido ganadero y experto en la cría de toros de lidia. Anoche, Uribe arribó al búnker de la Fiscalía en Bogotá.

Hasta el cierre de esta edición el ex jefe de Estado no se había pronunciado sobre la detención de su hermano, de 58 años. Sin embargo, los medios de comunicación permanecían a las afueras del búnker esperando el arribo del exmandatario, que provenía de Miami.

El exmandatario siempre ha defendido a su hermano, y en el pasado sostuvo enfrentamientos públicos con el fiscal general, Eduardo Montealegre, quien había sugerido en los medios de comunicación el arresto de Santiago Uribe.