Bogotá. Ramón Isaza Arango, uno de los fundadores y de los jefes más importantes de las bandas paramilitares colombianas, quedó libre luego de permanecer preso por casi 10 años.
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario informó este viernes que Isaza fue liberado el 29 de enero por orden de un juzgado penal de Medellín.
Se le concedió libertad condicional y deberá permanecer con un brazalete electrónico para que las autoridades puedan saber su ubicación precisa. El 29 de diciembre ya se había ordenado su libertad, pero a última hora fue requerido por otro despacho judicial por un caso de homicidio.
Isaza, alias 'el Viejo' y de 75 años, se desmovilizó en julio de 2006 para responder por centenares de delitos como homicidio, secuestro, reclutamiento de menores y concierto para delinquir (o el pacto entre dos o más personas para perpetrar un número indeterminado de delitos).
A finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, 'el Viejo' fundó en una región del centro del país, conocida como Magdalena Medio, los primeros escuadrones paramilitares. Dijeron que para defenderse de los secuestros y extorsiones de la guerrilla.
Militares corruptos y mercenarios extranjeros entrenaron a hombres que en apariencia debían combatir a las guerrillas. Muchos de los entrenados, sin embargo, terminaron perpetrando actos terroristas a órdenes del extinto capo del narcotráfico Pablo Escobar.
Sobre los nexos entre paramilitares y militares, Isaza dijo a la justicia: 'Lo que nos decían en el ejército era 'ármense y defiéndanse'. Incluso fuimos al comando del ejército hacia septiembre de 1977 y hablamos con un general, él nos dijo... que nos debíamos defender como pudiéramos'.
Fundada la organización paramilitar apodada 'los Escopeteros', enfatizó 'el Viejo', fueron innumerables las veces que sus hombres ilegales patrullaron a la par con el ejército para dar muerte a guerrilleros.
Dijo que en principio el objetivo de su banda era proteger su zona de la guerrilla, pero que con el tiempo terminaron operando en conjunto todos los grupos paramilitares de la extensa zona del Magdalena Medio. Era tal el poder de Isaza que a principios de 1990 se enfrentó con Pablo Escobar por el control del narcotráfico en la región.
En concepto del Tribunal de Bogotá, a lo largo de la investigación contra la organización criminal de Isaza 'se acreditó con suficiencia que la actividad del narcotráfico estuvo relacionada con el financiamiento' de las paramilitares Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio. Se advirtió, sin embargo, que no se pudo demostrar que el objetivo de esas bandas fuera el narcotráfico y que más bien los recursos de esta actividad ilícita fueron invertidos por ejemplo en la compra de armas y munición para luchar contra las guerrillas.
Cuando se sometió a la justicia Isaza dijo tener problemas con su memoria y que no recordaba muchos de los crímenes cometidos por él y sus hombres. De todos modos pidió perdón a sus víctimas y a sus familiares y dijo que los hechos violentos perpetrados por él y su gente no volverían a repetirse jamás.
La Fiscalía dijo en su momento que Isaza había entregado unos 30 bienes, valuados en unos 592.000 dólares, para indemnizar a sus víctimas.
Muchos otros ex jefes paramilitares han pedido la libertad con el argumento de que ya estuvieron en la cárcel ocho años, pero en casi todos los casos las autoridades les han respondido que aún no cumplen todos los requisitos para obtenerla.
Uno de ellos fue Jorge Iván Laverde, alias 'el Iguano', quien en su momento le confesó a The Associated Press haber estado detrás de unos 3.000 homicidios en el noreste colombiano. Incluso construyó hornos crematorios para deshacerse de los cadáveres de sus víctimas.
La mayoría de los grandes capos del paramilitarismo fueron extraditados a Estados Unidos en mayo de 2008 bajo cargos de narcotráfico.
La Fiscalía calcula que al menos 156.000 personas fueron asesinadas por los paramilitares entre 1980 y 2004.
Las cifras oficiales dan cuenta de que entre 2003 y 2006 unos 30.000 paramilitares dejaron las armas.