El defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, anunció esta mañana su renuncia irrevocable a la jefatura del ente del Ministerio Público tras las denuncias en su contra por presunto acoso sexual y laboral por parte de su exsecretaria privada, Astrid Helena Cristancho.
Otálora leyó la carta enviada al presidente de la Cámara de Representantes, el parlamentario guajiro de La U, Alfredo Deluque, en la que asegura haber cumplido su misión y advierte que todo se trató de 'un burdo montaje'.
La misiva inicia señalando que 'la Defensoría es una institución a la que le están encomendados los propósitos más nobles y vulnerables de la sociedad. Desde el día que asumí su liderazgo entendí el compromiso misional responsable y serio que ejecuté con convicción junto a un equipo excepcional de colaboradores'.
Luego se felicita de que 'tres años después, el magnífico desempeño de la Defensoría es reconocido como un ejemplo a nivel mundial como nunca antes había ocurrido'.
Y reitera su supuesta inocencia en los hechos: 'lamentablemente, un artificial escándalo mediático puesto en marcha en mi contra en las últimas semanas, a través de verdades a medias, hábil y perversamente manipuladas, pretenden empañar no sólo mi nombre y mi trayectoria profesional sino que amenaza de manera grave con afectar el desempeño de la institución, y aún cuando tengo la certeza de que personas inescrupulosas están engañando al país con información fragmentaria y distorsionada, no puedo permitir que mi legítimo derecho a defenderme afecte a la Defensoría mientras las autoridades competentes adelantan las investigaciones del caso y corroboran que se trata de un burdo montaje'.
Menciona Otálora que ha sido vulnerado su derecho 'a la intimidad': 'no deja de ser paradójico que tras empeñarme en la protección de los derechos fundamentales de los más vulnerables, deba resignarme hoy al sacrificio de derechos tan elementales y sagrados como mi intimidad, el debido proceso y la presunción de inocencia'.
Pero reconoce que 'las instituciones están por encima de los intereses individuales y que la labor que me propuse como defensor, ya está cumplida'.
Y concluye: 'por las arzones anteriores, renunció irrevocablemente a partir de la fecha'.
Quedará encargado del ente el recién nombrado vicedefensor, Alfonso Cajiao, mientras que la cámara baja, que elige al defensor, escoja en las sesiones ordinarias que se inician a mediados de marzo el nuevo jefe del organismo del Ministerio Público.