Álvaro Cruz, exgobernador de Cundinamarca, se declaró culpable este viernes por el ‘Carrusel de contratación’ en Bogotá. Aceptó cargos por tres delitos.
Los cargos que Cruz se allanó son interés indebido en la celebración de contratos, cohecho y abuso de confianza calificado, luego de que la Fiscalía señalara que el exgobernador pagó un soborno de 800 millones de pesos para poder obtener un contrato en la Unidad de Mantenimiento Vial, en el 2009, durante la alcaldía de Samuel Moreno.
El soborno habría sido girado a los entonces concejales Hipólito Moreno, Orlando Parada y Andrés Camacho, quienes ya fueron condenados por su participación en el 'carrusel'.
La Fiscalía anunció en la tarde de este viernes que no seguirá el proceso de negociación con el detenido exgobernador de Cundinamarca dentro del proceso que se le sigue por su participación en el llamado ‘carrusel de la contratación’ de Bogotá.
La determinación fue anunciada en un comunicado en el que el ente acusador señala que Cruz 'habría pagado' 2.000 millones de pesos al procurador judicial administrativo Hernán Jovel Muñoz para que a través de un entramado 'se lograra que fiscales y directivos de la Fiscalía favorecieran las investigaciones' que cursan en contra de Cruz.
Para la Fiscalía, esa maniobra 'se trató de un absurdo episodio de falsos intermediarios, que habrían llegado a acuerdos delictivos con el exgobernador Cruz, sabiendo de antemano la transparencia de esta administración'.
Así las cosas, agrega el documento, 'a partir de este momento queda cerrada cualquier posibilidad de negociación' entre la Fiscalía y Cruz 'respecto de las investigaciones que se siguen en su contra.
El documento añade que 'no puede contemplarse la idea de otorgar beneficios jurídicos a una persona que obstruye el buen curso de la administración de justicia'.