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La recomendación del Ministerio de Salud de suspender las fumigaciones con glifosato desató ayer una polémica entre quienes apoyaban la sugerencia y lo que la rechazaban por considerar que el país no podía permitir que los cultivos de coca sigan siendo el negocio de los narcoterroristas.

El viceministro de Salud, Fernando Ruiz, aseguró que espera que el Gobierno adopte la recomendación emitida por ese Ministerio de suspender el programa de aspersión con glifosato, un potente herbicida usado para eliminar cultivos ilícitos.

Riesgos para la salud

El funcionario dijo que cuando hay fumigaciones con glifosato las personas están expuestas a ese herbicida 'y en esto es donde entra a primar el principio de precaución, en el que estamos diciendo que la persona debe tener la autonomía de si lo usa o no lo usa', señaló.

La aspersión de este potente químico ha sido uno de las herramientas de las que se ha servido el Gobierno colombiano para combatir las plantaciones de coca en el país.

Asimismo, ha generado duras críticas por el riesgo que existe por algunos componentes de este herbicida que podrían ser cancerígenos, lo que llevó al Ministerio de Salud a recomendar al Gobierno la suspensión de su uso para la erradicación de cultivos ilícitos.

En una entrevista, Ruiz destacó que en el glifosato vendido a nivel comercial deberá llevar un aviso en las etiquetas acerca del riesgo que conlleva para los humanos.

Esto se fundamenta en 'el hecho nuevo de la clasificación por la Organización Mundial de la Salud (OMS)' y que llevó a expedir la recomendación al Gobierno'.

Sin embargo, subrayó que 'la decisión no es vinculante y el Gobierno es independiente de tomar la recomendación'.

Apoya recomendación

La Defensoría del Pueblo también respaldó las recomendaciones de suspender dicha estrategia de fumigaciones.

En un comunicado divulgado ayer, la institución resaltó que, a raíz de denuncias de las comunidades indígenas en el departamento del Putumayo, en la frontera sur con Ecuador, inició una investigación sobre los posibles efectos sobre la salud y el medio ambiente.

Las denuncias de los indígenas, recogidas por la Defensoría, aseguran que como consecuencia de las aspersiones con glifosato en la zona de sus resguardos quince fuentes hídricas resultaron contaminadas.

Todos ellos denunciaron daños a la salud, los recursos naturales, afectación en los cultivos, deterioro de los suelos y ecosistemas, 'así como la pérdida de especies difícilmente recuperables como erizos, armadillos y venados', a causa de las fumigaciones.

Las aspersiones con glifosato en el sur de Colombia ocasionaron un litigio con Ecuador, que demandó al país en 2008 en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por los daños ambientales y en la salud de las personas causados por el herbicida que era llevado por el viento al otro lado de la frontera.

Mindefensa:Fumigaciones se mantendrán

El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, las fumigaciones con glifosato se mantendrán mientras no haya una orden presidencial que las prohíba.

El funcionario aseguró que la erradicación manual de cultivos de hoja de coca es la herramienta más riesgosa 'hemos perdido muchas vidas porque los campos de producción están minados'.

Según pinzón, en zonas como el Catatumbo donde no se está fumigando con glifosato se incrementó la producción de cocaína.