Veintiséis días después de haber estallado el escándalo de aparente corrupción en la Corte Constitucional, el magistrado monteriano Jorge Pretelt Chaljub dirá al país si, tras el inédito pedido de renuncia de sus pares, las demás altas cortes, el fiscal, el Gobierno y el Senado, renuncia o no a su toga.
Así lo anunció ayer su abogado, su coterráneo Abelardo de la Espriella, a través de su cuenta de Twitter: 'en mi condición de apoderado del dr. Jorge Pretelt, le informo a la opinión pública que mi cliente se tomará hasta el día martes 24 de marzo para analizar los últimos acontecimientos con respecto a su caso y, luego de ello, emitirá un comunicado en el que se consignarán las decisiones que a bien tenga tomar'.
Aunque se pensó que el magistrado dimitiría una vez la cámara alta legislativa le negara el martes pasado la licencia no remunerada de 60 días que solicitó y la alta corte guardiana de la Carta Política en pleno, horas después, le pidiera la renuncia, Pretelt no ha decidido hacer anuncio alguno a la opinión pública.
La decisión del Parlamento habría tomado por sorpresa al juez, ya que a pesar de los votos conservadores -partido al que pertenece- y del Centro Democrático -el expresidente Álvaro Uribe lo ternó-, no le alcanzó para lograr la licencia en medio de la cual pensaba defenderse de la investigación en la Comisión de Acusaciones y esperar que se calmaran las aguas de la tormenta desatada hace tres semanas.
Tampoco reaccionó en ningún sentido el togado a los últimos audios filtrados el miércoles a los medios de comunicación en los que al parecer que le escucha hablar con el entonces juez cordobés Carlos Martínez Isaza, investigado por supuestos nexos con las bacrim, para informarle que le habría gestionado un cargo como fiscal auxiliar de la Unidad Delegada ante la Corte Suprema a cambio de 'un favor maluquito'.
Del mismo modo, el monteriano no ha asistido en los últimos días al Palacio de Justicia, donde ayer se realizó una audiencia pública de seguimiento al drama del sistema de salud en el Chocó. Pretelt presentó una incapacidad médica para justificar su ausencia. Su abogado ha confirmado que el togado ha padecido quebrantos de salud en medio de los señalamientos que se le hacen.
'Desde el martes, el magistrado Pretelt se encuentra completamente aislado en su apartamento del exclusivo sector de Rosales, en el norte de Bogotá. No contesta su teléfono, tampoco escucha la radio, ni ve televisión, ni lee la prensa', informó el jurista.
Y es que no es fácil la situación del cordobés en la Constitucional, debido al ambiente claramente adverso que hay entre sus colegas, que incluso se negaron a celebrar la sala plena del pasado miércoles, luego de que le hubiesen pedido el retiro del tribunal.
Otros de los señalamientos que se le hacen es por el presunto tráfico de influencias en que habría incurrido por presuntamente recomendar personas para que fueran contratadas en la Fiscalía de Córdoba, en medio de un hecho por el que fue declarada insubsistente la semana pasada la exdirectora de esa seccional, Gilma Londoño Gánem.
Además, tres de sus predios ubicados en el Urabá Antioqueño están en el ojo del huracán, ya que son objeto de reclamaciones de campesinos desplazados y despojados de esas tierras por parte de grupos paramilitares.
Ante una eventual renuncia, Pretelt no perdería su fuero por los hechos que hubiese cometido en el ejercicio de su magistratura. Es decir, la Comisión de Acusaciones seguiría investigándolo por el supuesto soborno de 500 millones de pesos a Fidupetrol para incidir en un fallo de tutela. No obstante, por hechos que no tuvieren que ver con su dignidad en la Corte, la Fiscalía asumiría la pesquisa.