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Los secuestros por parte de la guerrilla, que ya llevaron a la ruptura de dos procesos de paz en Colombia en el último cuarto de siglo, amenazan ahora a la negociación de La Habana, suspendida desde la medianoche de este lunes festivo por el presidente Juan Manuel Santos después de que un general del Ejército fuera secuestrado por las Farc.

El primer intento de paz que fracasó por este motivo fue el de Tlaxcala (México) en 1992, durante el Gobierno de César Gaviria, y diez años más tarde corrió la misma suerte el del Caguán (sur de Colombia), bajo la Presidencia de Andrés Pastrana, en 2002.

Justo esta semana se cumplen dos años del inicio del diálogo en Cuba, tiempo en el que se ha avanzado más que en ningún otro proceso anterior, pero este domingo las Farc secuestraron en el departamento noroccidental del Chocó al general Rubén Darío Alzate, junto a un soldado y una abogada; y el Gobierno suspendió las negociaciones.

'Si las Farc deciden no liberar incondicionalmente sino negociar la liberación del general y sus acompañantes, el proceso podría entrar en una profunda crisis que podría conducir a su ruptura', advirtió hoy el analista Jorge Restrepo, del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac).

La práctica del secuestro ha sido una tentación constante de las Farc y alcanzó su mayor cuota de dramatismo en la segunda mitad de los años 90 y comienzos de la década del 2000, cuando pasó de ser una política selectiva con fines económicos a una actividad masiva contra civiles, militares y policías.

En ese periodo, las Farc retuvieron en sangrientos ataques a centenares de policías y militares, algunos de los cuales permanecieron secuestrados más de doce años en la selva y otros murieron en cautiverio.

Los civiles no escaparon de la tragedia con algunos casos muy sonados, como el de los doce diputados del departamento del Valle del Cauca en 2002, de los que once fueron asesinados por las Farc cinco años después.

This combination picture from "proof of life" images sent to the families by rebels of the Revolutionary Armed Forces of Colombia, FARC, in April 2007 shows twelve provincial deputies kidnapped by the rebel group in April 2002. From left to right are, top row: Alberto Quintero Herrera, Carlos Barragan, Nacianceno Orozco, Francisco Giraldo. From left to right center row, Carlos A Charry, Edison Perez, Ramiro Echeverry, Rufino Varela. From left to right bottom row, Hector Arizmendy, John J. Hoyos, Juan Carlos Narvaez and Sigifredo Lopez. A Web site sympathetic with the rebels carried a statement saying that 11 of the 12 provincial deputies were killed after an "unidentified military group" attacked a rebel camp June 18. According to the statement the only survivor was Sigifredo Lopez. The 12 are among 60 hostages held by the FARC which the group wants to exchange for all imprisoned FARC rebels in Colombia and the United States. (AP Photo/File)

De los 12 diputados del Valle secuestrados, solo sobrevivio Sigifredo López.

Cuando se produjo aquel secuestro masivo en la Asamblea Regional, en Cali, el Gobierno de Pastrana (1998-2002) ya había dado por terminados los diálogos iniciados en enero de 1999 en una zona desmilitarizada de 42.000 kilómetros y cuya sede fue San Vicente del Caguán, en el sureño y selvático departamento de Caquetá.

La razón fue el secuestro, el 20 de febrero de 2002, de un avión comercial cuyo piloto fue obligado a aterrizar en una carretera del Huila donde los guerrilleros se llevaron a tres de los treinta ocupantes, entre ellos el senador Jorge Eduardo Géchem Turbay.

Diez años antes, durante el Gobierno de Gaviria (1990-1994) otra esperanza de paz fue rota por un secuestro, el del exministro, exdiplomático y político conservador Argelino Durán Quintero, muerto en cautiverio el 14 de marzo de 1992.

En aquella época, el Gobierno negociaba la paz en Tlaxcala con la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, formada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL).

El secuestro de Durán Quintero fue perpetrado en enero de 1992 por el frente Libardo Mora Toro del EPL en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela, y como consecuencia de su asesinato el Gobierno se retiró de la mesa de negociación.

Más recientemente, en febrero de 2012, cuando los emisarios de las Farc mantenían contactos secretos con el Gobierno de Santos, esta guerrilla anunció su renuncia al secuestro con fines financieros.

Sin embargo, el senador Alfredo Rangel, del opositor partido de derechas Centro Democrático, denunció recientemente que las Farc habían secuestrado a 60 personas desde el comienzo de los diálogos de paz, hace justo ahora dos años.

Además, el pasado 14 de noviembre, este grupo insurgente reconoció haber capturado a dos soldados en Arauca (este), quienes se suman al general Alzate, al cabo primero Jorge Rodríguez y a la abogada Gloria Urrego, hechos cautivos este domingo en Las Mercedes, un remoto caserío del departamento del Chocó (noroeste).