Sobre el asesinato a finales de marzo del director de regalías de la Gobernación de Córdoba, Jairo Zapa Pérez, aún no se ha dicho todo.
Así se deja entrever en la columna del periodista Daniel Coronell publicada ayer en la revista Semana, que inicia sus denuncias recordando que el cadáver apareció cerca de una de las fincas del padre del gobernador de Córdoba, Alejandro Lyons.
Al respecto, comenta el columnista que 'una súbita racha de prosperidad' le ha llegado a Lyons durante el mandato departamental de su hijo, ya que 'en mayo del año pasado compró cuatro fincas allí en Pueblo Nuevo, cerca de donde encontraron el cuerpo'.
Varios hechos muy particulares alrededor de la muerte de Zapa son comentados en el texto por Coronell, quien evalúa que es 'como si alguien buscara desesperadamente alguna evidencia que hubiera dejado el difunto'.
El primero de estos hechos se presentó hace dos semanas, cuando cuatro hombres que dijeron pertenecer al Gaula de la Policía llegaron a la casa de los padres de la víctima, los amarraron y buscaron por toda la casa algo que no encontraron.
Días antes, cuando aún no había sido hallado el cuerpo, 'el contratista Jesús Henao, favorecido con jugosos negocios pagados con el dinero de las regalías', fue a visitar a la viuda y le ofreció '2 mil millones de pesos ‘por si su esposo estaba muerto’. Le habló de múltiples ‘negocios’ de contratación y mencionó en su conversación al gobernador de Córdoba y a otros altos funcionarios'.
Luego, el pasado 8 de agosto, hallado ya el cadáver, el gobernador, en una visita de pésame, le ofreció seguridad a la esposa de Zapa. 'Sin embargo, a la viuda le quedó la impresión de que el mandatario estaba más interesado en vigilarla que en cuidarla. Según ella, el gobernador insistió en la necesidad de instalar cámaras dentro de su casa ‘para protegerla’, ofrecimiento que ella declinó'.
Finalmente, apoyado de documentos que publicó el medio de comunicación, Coronell indica que aparecen obras para 'Pueblo Nuevo', desembolso de regalías por '$2.129 y $11.000 millones', y concluye que algunos nombres 'coinciden con los del contratista Jesús Henao y los funcionarios Maximiliano García y Carlos Pérez, presos hoy como sospechosos del crimen'.
El jueves pasado, el vicefiscal general de la Nación, Jorge Fernando Perdomo, aseguró a periodistas en Montería que la hipótesis delictiva sobre la desaparición y crimen de Zapa Pérez estaba clara y que el caso estaba prácticamente resuelto para el ente acusador.
Lo que viene, explicó el funcionario, es la judicialización de los seis capturados: Jesús Henao, Joice Hernández (confeso asesino), Zuan Naidú López, Jesús Albeiro Redondo y Carlos Pérez.
Así mismo, hace dos semanas el director nacional de Fiscalías, Luis González, dijo desde la capital del país que al ingeniero civil de 36 años, al parecer, lo mataron por el manejo de cerca de 90 mil millones de pesos en contratos de regalías.
Incógnitas
Zapa Pérez desapareció entre las 4:00 y 4:30 de la tarde del 27 de marzo. Fue citado a una reunión de trabajo en la casa de la bióloga Zaima Barrera Jaik, en la calle 59 con 12, del barrio monteriano de La Castellana. Allí dejó de responderle el WhatsApp a su esposa María Isabel Valencia. El funcionario manejó presupuestos anuales por el orden de los 90 mil millones de pesos en recursos de regalías para invertir en ciencia y tecnología. Cuatro meses y cinco días después de su desaparición el desmovilizado Joice Hernández señaló una fosa de la que fue extraído el cuerpo de Zapa en avanzado estado de descomposición.