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Horas antes, Elizabeth Mena, una mulata chocoana vendedora de obleas que se acomoda a diario en un costado de la plaza de Bolívar, se cuestionaba: '¿Será que Santos sí tiene corazón para dejar al alcalde? Mire, así vinieran a ofrecerme un millón de pesos, yo me sostengo en que votaré por el no en la revocatoria'. Pero la esperanza de Mena, como la de todos los seguidores se desvaneció con el anuncio más tarde del presidente Juan Manuel Santos de firmar el decreto de destitución de Gustavo Petro.

La plaza en pleno, que se aprestaba a celebrar el anuncio de la CIDH de solicitar medidas cautelares para el mandatario bogotano, esta vez, se concentró para rechazar la decisión presidencial y para escuchar el discurso de un alcalde indignado. 'Esta vez será más difícil hablar. Todo está al desnudo', fue el preámbulo lánguido en medio de una lluvia de arengas en contra de Santos y a favor del alcalde.

'No compramos un solo voto con sangre y con el dinero de la cocaína', continuaba Petro ante una multitud de rostros desencajados por la rápida determinación tomada por el jefe de Estado.

'Torpe el presidente Santos que desacató la voluntad del pueblo y las decisiones de la justicia internacional', contestó el alcalde. 'No pudieron ni en las urnas, ni en la justicia, ni en el corazón ni en la mente de la ciudadanía'. El alcalde Gustavo Petro llamó entonces a la movilización pacífica para pedir una Asamblea Nacional Constituyente, y anunció que recorrerá el país, que empezará por la Plaza de la Paz de Barranquilla, que irá a Cali y que estará en los barrios populares de Bogotá asistiendo a la 'soledad del pueblo'.

La gente escuchaba y arengaba: 'Petro, amigo, el pueblo está contigo'. Y en medio del gentío se confundían vendedores ambulantes, recicladores, los promotores del no en la revocatoria y congresistas que respaldan al mandatario bogotano.

Señalando al que ha sido su despacho desde el primero de enero del 2012, Gustavo Petro, manifestó: 'Ahí les queda una oficina sin ciudadanía. La Bogotá Humana se respeta, la ciudadanía se respeta, la paz en Colombia se respeta'.

Poco antes en una entrevista con CNN dijo que su destitución fue un golpe de Estado y que fue una decisión de Gobierno.

Petro dijo que el presidente Santos se había comprometido a acatar el fallo de la CIDH, sin embargo, algo lo hizo cambiar de parecer y precisó que ese algo fue el movimiento al que pertenecen el expresidente Álvaro Uribe y el procurador Alejandro Ordóñez.